BUENOS AIRES.- El presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, se manifestó hoy sorprendido por una nueva exigencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) para auxiliar a este país suramericano, pero advirtió de que su Gobierno no puede cumplir ese nuevo requisito.
"Primero, sorpresa, porque había una general aceptación de que, cumplido los requisitos, se abrían las negociaciones", destacó al comentar cómo había recibido la pretensión del organismo multilateral de crédito de que utilice la facultad que le otorga la Constitución de anular una ley.
El FMI había exigido, como paso previo a negociar un acuerdo de ayuda financiera, la reforma de la ley de Quiebras y la derogación de la ley de Subversión Económica, además de que las provincias apliquen un severo plan de ajuste para reducir en el 60 por ciento el déficit fiscal.
Esos requisitos fueron cumplidos por el Gobierno, aunque el Parlamento trasladó al Código Penal las figuras delictivas previstas en la ley derogada, con lo cual impidió el archivo de las investigaciones judiciales que involucran a banqueros en maniobras fraudulentas y operaciones financieras irregulares.
El FMI requiere ahora que el presidente haga uso de la facultad de anular esa decisión parlamentaria, aunque Duhalde aseguró que "no hay ninguna posibilidad de hacer un veto total como se nos sugiere".
En declaraciones a Radio Mitre y luego en su habitual espacio de Radio Nacional, advirtió de que "no hay que seguir haciendo adivinanzas" sobre la fecha para sellar las negociaciones con el FMI porque "la experiencia nos dice que nosotros esperábamos un acuerdo para fines de marzo, después para abril y sigue prolongándose".
"Mejor es trabajar en ese sentido y no hacer más predicciones", indicó el jefe de Estado, quien afirmó que "la obsesión por acordar" con el FMI "es una de las limitaciones mas importantes que tiene la realidad argentina".
El Gobierno argentino espera que el organismo multilateral desbloquee un desembolso por 9.000 millones de dólares comprometidos en diciembre pasado y en las que ha depositado todas sus esperanzas para tratar de superar la recesión que arrastra el país desde mediados de 1998.
Mientra tanto, el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, pidió hoy a los medios de comunicación "calmar los ánimos y tener precisión en los comentarios que se lanzan" sobre las negociaciones con el FMI, ya que, a su juicio, "el temor sobre el futuro económico del país se da más en los medios de comunicación que en la realidad".
"La desinformación pasa por crear mitos y cosas que no se dan en la realidad. Por una ansiedad mediática se pretende acelerar las cosas", dijo en respuesta a las distintas versiones de prensa sobre la marcha de las difíciles y complejas negociaciones para abrir el grifo de la anhelada ayuda externa.