WASHINGTON.- El Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, llega hoy a EE.UU. para pedir al Presidente, George W. Bush, que se oponga al inicio de negociaciones de paz sobre Oriente Medio mientras persistan los actos de violencia cometidos por palestinos.
Sharon se entrevista mañana, lunes, en la Casa Blanca con Bush, quien el sábado se reunió con el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, al que dio una inequívoca negativa en su petición de que EE.UU. fije la fecha para la promulgación de un Estado palestino.
Mubarak reclamó una mayor implicación de Estados Unidos en el proceso de paz, mientras el Primer Ministro israelí quiere convencer a Bush de que las reformas institucionales en la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y el cese de la violencia deben anteceder a la convocatoria de una conferencia de paz.
Washington favorece que se convoque una conferencia internacional de paz sobre Oriente Medio, pero ha anunciado que depende de que haya una base sólida para la negociación.
Fuentes de la delegación egipcia que viajó con Mubarak a Estados Unidos señalaron que lo más probable es que esa conferencia se retrase hasta septiembre, debido a que se necesita más tiempo para elaborar propuestas.
Tanto Sharon como Mubarak tratan ahora de influir a Bush antes de que presente, próximamente, su estrategia para Oriente Medio, que, según especula la prensa, podría contener un calendario de negociaciones con vistas a la proclamación de un Estado palestino.
Pero en Camp David (Maryland) -donde Egipto firmó en 1978 el primer acuerdo de paz de una nación árabe con Israel-, Bush le dijo el sábado al dirigente egipcio que no está "preparado" para recomendar un calendario para la creación de un Estado palestino.
"No estamos preparados para establecer un calendario específico, excepto para decir que tenemos que comenzar rápidamente, y pronto, para poder aprovechar el momento", indicó Bush al término de las conversaciones que mantuvo con el presidente egipcio en su retiro en las montañas de Maryland.
Hosni Mubarak había reclamado a George W. Bush que situara como fecha probable del nacimiento del nuevo Estado el inicio de 2003, sin tener en cuenta las cuestiones de sus límites o de los refugiados.
La respuesta de Bush a Mubarak seguramente complació a Israel, que ha calificado como un "error" la posibilidad de que se reanuden las negociaciones de paz si no se produce antes "una acción intensiva contra el terror", en palabras del portavoz del Gobierno Raanan Gissin.
Además, George W. Bush ha seguido firme en su petición al dirigente palestino, Yasser Arafat, para que haga todos los esfuerzos posibles con el fin de acabar con la violencia terrorista, al tiempo que reclama reformas a fondo en la Autoridad Nacional Palestina.
"De forma constante he dicho que estoy decepcionado con su liderazgo, creo que ha decepcionado a los palestinos", señaló el sábado Bush después de escuchar cómo Mubarak le pedía que dé "una oportunidad" a Yasser Arafat.
Las últimas gestiones diplomáticas sobre Oriente Medio se han visto acompañadas por la continuación de la violencia en la zona, donde en la madrugada del sábado murieron cuatro milicianos palestinos y tres israelíes en choques armados registrados en Cisjordania y Gaza.
En un ataque palestino contra el asentamiento de Karnei Tzur, en el distrito de Hebrón, fallecieron uno de los atacantes, dos colonos judíos, entre ellos una mujer embarazada y un soldado israelí.
En la madrugada del domingo un palestino resultó muero y seis israelíes heridos en otro ataque contra un asentamiento judío, el de Yitzhar, al sur de la ciudad cisjordana Naplusa.
La visita de Sharon a Washington, la sexta desde su llegada al poder en marzo de 2001, se produce además después del grave atentado suicida contra un autobús, que el miércoles causó la muerte de 17 israelíes.