PARIS.-El Primer Ministro francés, el centroderechista Jean-Pierre Raffarin, se felicitó del mensaje "favorable", que "crea confianza", lanzado hoy por el electorado en la primera ronda de las Legislativas, en la que la derecha ha llegado claramente en cabeza.
En una breve intervención interrumpida por repetidos aplausos en la sede de la Unión por la Mayoría Presidencial (UMP), creada en torno al recién reelegido presidente de Francia, el neogaullista Jacques Chirac, Raffarin prometió cumplir "todos" los compromisos asumidos por éste en la campaña presidencial.
"Si los franceses lo quieren el próximo domingo", día de la segunda y definitiva vuelta de las Legislativas, "nos lo dirán y la acción emprendida por mi Gobierno continuará", dijo Raffarin, quien durante la campaña pidió al electorado que diera la victoria a la derecha para evitar otra cohabitación.
Los franceses están "cansados de la política de la polémica y piden la política de la eficacia", recalcó el primer ministro, que considera los resultados de hoy como un "llamamiento a la acción".
Llamó a "una gran movilización" del electorado para el próximo domingo, porque la abstención en la primera ronda ha sido "demasiado fuerte".
Según las estimaciones, la abstención ha marcado un récord histórico de entre un 35,5 y un 38 por ciento. El récord anterior era del 34,3% en 1988.
La UMP obtendría una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional (cámara de los diputados) el próximo día 16, según las proyecciones hechas en base a las estimaciones de los resultados de la primera ronda de hoy, que muestran una izquierda muy rezagada.
Las estimaciones también indican un claro retroceso de la ultraderecha sobre 1997.
Aunque señaló que los resultados son "definitivos sólo en la segunda vuelta", Raffarin pareció muy confiado.
"Tenemos el imperioso deber de resolver los problemas de los franceses", "simplificar su vida’’ cotidiana y responder a sus expectativas", dijo el primer ministro, nombrado por Chirac hace apenas cinco semanas.
Agregó que "estamos resueltos" a cumplir esta tarea y reiteró sus objetivos de restablecer la autoridad del Estado, relanzar el diálogo social y "liberar las fuerzas vivas" de los franceses.
