NUEVA DELHI/ISLAMABAD.- El Secretario estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld, comenzó el martes una misión a la India y Pakistán orientada a profundizar un alivio de las tensiones que han llevado a los dos vecinos nucleares al borde de la guerra.
Poco antes de que el avión de Rumsfeld aterrizara en Nueva Delhi, la India dijo que había ordenado a sus buques de guerra poner fin a las patrullas en aguas paquistaníes en el Mar Arábigo y regresar a puerto.
La medida fue el primer paso militar del país para reducir las hostilidades en la crisis en torno a la dividida región himalaya de Cachemira, que comenzó en diciembre tras un ataque contra el parlamento indio del que Nueva Delhi culpó a militantes musulmanes infiltrados desde Pakistán.
En Washington, el Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo que los esfuerzos su país lograron avances, pero advirtió que con cerca de un millón de soldados emplazados en la frontera común entre ambos rivales con capacidad nuclear el riesgo de la guerra no ha pasado.
"La situación está mejorando, pero mientras allí haya concentración de tropas y gente todavía hostil, siempre hay una amenaza de que algo pueda ocurrir", dijo Bush a los periodistas.
China, que también controla parte de Cachemira, recibió igualmente con agrado las medidas para reducir las tensiones y dijo que ambas partes deberían resolver sus diferencias a través del diálogo.
Rumsfeld, quien llegó procedente de Qatar, tenía previsto sostener conversaciones con el Primer Ministro Atal Behari Vajpayee y otros funcionarios indios de alto nivel, antes de viajar a Islamabad ese mismo día para reunirse con el Presidente de Pakistán, Pervez Musharraf.
El funcionario dijo a los periodistas que viajaban con él que llegaba como un "amigo" y no como mediador, y que no tenía una serie de remedios para colocar sobre la mesa. "Ante todo, no vamos con una sola propuesta y no soy un mediador como tal", dijo Rumsfeld.
Varios analistas indios han dicho que un desafío clave para Rumsfeld será encontrar una forma aceptable para ambas partes de verificar que Musharraf cumpla con su promesa de impedir que militantes se infiltren a la parte india de Cachemira desde Pakistán para llevar a cabo ataques.
Versiones de la prensa extranjera han sugerido que una idea es desplegar una fuerza de supervisión anglo-estadounidense a lo largo de la montañosa "línea de control" que divide Cachemira. Otra sería contratar la vigilancia de un organismo independiente para supervisar el conflicto.
Medidas no impresionan a Musharraf
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la India, Nirupama Rao, dijo que la retirada de los buques de guerra y una decisión de la India de reabrir su espacio aéreo a los vuelos paquistaníes fueron "gestos substanciales" para reducir la tensión, e instó a Pakistán a reconocer su importancia.
Una fuente del gobierno indio dijo que Nueva Delhi ya había seleccionado a un nuevo embajador para Islamabad, quien reemplazará al que fue retirado hace seis meses, aunque aún no se había tomado la decisión de enviarlo.
Musharraf, sin embargo, calificó las medidas de "un comienzo muy pequeño" y sostuvo que eran necesarias más acciones.
"Estamos esperando pasos más reales, no periféricos o cosméticos", dijo Musharraf en rueda de prensa en la capital de los Emiratos Árabes Unidos, Abu Dhabi, antes de viajar a Arabia Saudita.
"La verdadera respuesta que estamos esperando es la iniciación del diálogo (...) sobre la disputa de Cachemira y otros temas que deterioran las relaciones entre la India y Pakistán", añadió.
A la pregunta de si respondería a las medidas adoptadas por la India, dijo: "Pakistán ha hecho mucho más que poner de su parte para aliviar las tensiones".
Musharraf transmitió a la India su promesa sobre los militantes a través del subsecretario de Estado norteamericano Richard Armitage la semana pasada, en un primer paso para romper el hielo entre los rivales, que han librado tres guerras desde que se independizaron de Gran Bretaña en 1947, dos de ellas en torno a Cachemira.
Al menos ocho personas, incluyendo cuatro miembros de una familia paquistaní, murieron el martes en nuevos intercambios de fuego de artillería y obuses de mortero en varios puntos a lo largo de la Línea de Control en Cachemira.