DALLAS.- La Conferencia Episcopal norteamericana está a punto de aprobar este viernes una norma contra el abuso sexual que significaría el cese de los clérigos de la vida parroquial, despojando a la mayoría de sus hábitos.
Los obispos iniciaron un debate público luego de trabajar durante la mañana en un nuevo borrador, que eliminó una propuesta que hubiera mantenido en el ministerio sacerdotal a algunos de los que hubiesen cometido abuso en el clero.
Conforme se abría la sesión de la mañana, la Conferencia aún no había dado a conocer una copia del documento modificado. Los prelados votarán la propuesta en el curso del día.
Casi todos los 400 obispos retirados y activos en Estados Unidos están invitados a la conferencia de esta semana, pero solamente los prelados activos, unos 285, pueden votar.
Los dirigentes católicos intentan solucionar un escándalo que ha terminado con el cese o renuncia de unos 250 sacerdotes desde enero. Igualmente han renunciado 4 obispos.
"Este es un momento definitorio para nosotros como obispos", dijo el arzobispo Harry Flynn, jefe de la comisión que elaboró la iniciativa, al iniciar el debate.
"Un momento para que nosotros declaremos nuestra determinación, de una vez por todas... de eliminar un cáncer de nuestra Iglesia".
El progreso en torno al documento ha sido considerado sin precedentes en una Iglesia que suele debatir temas durante años.
El borrador inicial dado a conocer la semana pasada proponía que un sacerdote que haya abusado de un menor en el pasado pueda ser trasladado a otra parroquia, aunque solamente si ha recibido asesoría psicológica, fue interrogado por una junta revisora revisión, acepta ser supervisado y da a conocer públicamente sus faltas.
El cardenal Francis George, de Chicago, dijo que resultaría inaceptable permitir al trabajo parroquial de los sacerdotes que hayan cometido abusos sexuales. "Eso suena como si se dijera que se pueden hacer las cosas una vez y nadie le prestaría atención", insistió.