EMOLTV

Chirac espera gran victoria

Mañana se realizará la segunda ronda de las elecciones legislativas francesas y la centroderecha, el grupo político del Presidente francés, podría lograr un triunfo que le de mayoría absoluta.

15 de Junio de 2002 | 07:52 | EFE
PARIS.- La anunciada victoria de la derecha mañana en la ronda final de las Legislativas dará al recién reelegido Presidente, Jacques Chirac, y a su Unión por la Mayoría Presidencial (UMP) plenos poderes para aplicar su política hasta 2007.

Será la primera vez desde 1968 que la derecha dispone a la vez del poder presidencial y parlamentario (el Senado ya está en sus manos, así como muchos consejos regionales y departamentales), sin tener que afrontar elecciones clave durante cinco años.

En víspera del día D, las únicas incógnitas son el grado de abstención y la magnitud del triunfo de la derecha, dominada por la UMP, a la que los sondeos auguran la mayoría más que absoluta en la Asamblea Nacional (Cámara de los Diputados), en la que ocuparía entre 384 y 414 de los 577 escaños.

En la primera vuelta del pasado día 9, marcada por el claro retroceso de la ultraderecha y por el batacazo de los principales aliados de los socialistas, la derecha cosechó casi el 44 por ciento de los votos, frente al 36 por ciento de la izquierda, y ganó 56 de los 58 escaños decididos a la primera (los otros dos fueron para los socialistas).

La abstención alcanzó el récord histórico del 35,59 por ciento. A juzgar por las últimas encuestas, no hay indicios de que se reduzca mucho este domingo ni de que surtan efecto los apremiantes llamamientos de la izquierda a los abstencionistas a que acudan a las urnas para evitar la "dominación" del país por un "Estado UMP".

Una prueba de la difícil situación de la izquierda, cuya única aspiración es limitar los estragos, es que los respectivos líderes de los partidos Socialista, Francois Hollande; Comunista, Robert Hue, y Verde, Dominique Voynet, están amenazados en sus feudos.

Chirac y Jean-Pierre Raffarin, al que el primero dio las riendas del Gobierno tras aplastar el pasado 5 de mayo al ultraderechista Jean-Marie Le Pen en la segunda ronda de las presidenciales, están tan seguros del triunfo de mañana que perfilan los siguientes pasos.

El hábil Raffarin, cuya popularidad muestra que su nombramiento resultó ser una buena jugada por parte de Chirac, presentará el lunes su dimisión, según la tradición, con la plena confianza de ser designado de nuevo primer ministro, y se reunirá con los diputados electos de la UMP que constituirán su mayoría en la Asamblea.

Se prevé que el martes anuncie la constitución de su nuevo Gobierno, ampliado sobre el primero (27 ministros o responsables) formado el pasado 7 de mayo. Chirac y Raffarin planean reunirse hoy precisamente para perfilar la fisonomía del equipo definitivo.

El miércoles se anunciará la creación del grupo unitario de la UMP en la Asamblea Nacional, cuyo presidente será elegido el próximo 25 en la sesión inaugural de la XII Legislatura.

Entre los que pugnan entre bastidores por la presidencia de la Asamblea figuran el ex primer ministro, el neogaullista Edouard Balladur, el líder del grupo del partido neogaullista RPR Jean-Louis Debré en la legislatura saliente, y el centro-liberal (UDF) chiraquiano Philippe Douste-Blazy, quien es alcalde de Toulouse.

Para evitar acusaciones de hegemonía por parte del RPR -que se disolverá en la UMP cuando ésta se constituya formalmente el próximo otoño como gran partido de derecha y centroderecha-, Chirac y Raffarin prevén que si la presidencia de la Asamblea acaba en manos de un neogaullista, la del grupo de la UMP en la cámara deberá adjudicarse a uno de los chiraquianos centro-liberales.

La jefatura de la UMP como partido está ya fuera de dudas: la quiere el ex primer ministro neogaullista de Chirac, Alain Juppé, quien tiene la vista puesta en las presidenciales de 2007.

Fue la impopularidad del Gobierno del brillante y autoritario Juppé la que causó la derrota de la derecha y la consiguiente victoria de la izquierda en las elecciones legislativas adelantadas que Chirac convocó en 1997 en un sonado error de cálculo.

Chirac, a sus 69 años y con cuatro décadas de vida política a sus espaldas, tendrá ahora las manos libres para cumplir sus promesas electorales (fuerte recorte de la fiscalidad, lucha sin cuartel contra la inseguridad y relanzamiento del diálogo social).

Hace una semana, Raffarin prometió cumplir "todos" los compromisos electorales de Chirac, quien en la primera ronda de las presidenciales había cosechado apenas el 20 por ciento de los sufragios.

Es un reto que promete enfrentamientos con los sindicatos, los funcionarios, los asalariados de empresas públicas susceptibles de privatización y otros grupos, y que si la izquierda queda reducida a un mero papel de figurante en la Asamblea puede originar movilizaciones callejeras.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?
Recomendados Emol