WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, instó hoy al Congreso a que apruebe su plan de vivienda de 2.400 millones de dólares para construir casas en zonas marginadas y ayudar a alrededor de 40.000 familias pobres.
Durante su acostumbrado discurso radiofónico de los sábados, Bush dijo que "el ser dueño de casa es parte integral del 'Sueño Americano'", por lo que pidió la ayuda del Congreso para "eliminar las barreras" que afrontan las familias pobres para comprar su vivienda.
El plan, que entraría en vigor en julio, beneficiaría especialmente a las minorías hispanas y afroamericanas en el país, que registran índices inferiores de propiedad de vivienda que los norteamericanos.
Se calcula que el 75 por ciento de los estadounidenses blancos son dueños de casa -uno de los indicadores de estabilidad económica-, mientras que menos de la mitad de los negros e hispanos gozan de ese privilegio.
El "Fondo de Cuota Inicial del Sueño Americano" del plan que promueve Bush proporcionaría los fondos necesarios para que, cada año y durante los próximos cinco años, 40.000 familias de escasos recursos económicos puedan reunir la cuota inicial para la compra de su casa.
La mayoría de las familias recibiría hasta 5.000 dólares para la cuota inicial, y los fondos serían administrados por los programas de vivienda locales y estatales.
Para corregir lo que considera la "brecha de la propiedad de casa", Bush quiere fomentar la construcción de residencias unifamiliares, a precios accesibles, mediante créditos tributarios de 2.400 millones de dólares para las empresas que construyan viviendas en zonas pobres.
Según Bush, en sus primeros cinco años "estos créditos facilitarán a compradores de bajos ingresos 200.000 nuevos hogares".
El Mandatario estadounidense, que pasará el fin de semana en su rancho en Crawford (Texas) para celebrar el "Día del Padre", también solicitó la ayuda del sector privado, de la industria inmobiliaria, las instituciones financieras y las organizaciones sin fines de lucro con esta iniciativa.
Antes de regresar a Washington el lunes próximo, Bush promoverá su plan en un barrio del sur de Atlanta (Georgia), antes afectado por altos índices de criminalidad y donde las autoridades pusieron en marcha un programa de desarrollo urbano.