NACIONES UNIDAS.- La desigualdad digital entre países ricos y pobres está aumentando a pesar de los muchos esfuerzos para ayudar a los países en vías de desarrollo a irrumpir en la economía global con las computadoras, dijo el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan.
"La diferencia digital sigue siendo tan amplia como siempre, con miles de millones de personas sin conexión a una sociedad global que, por su parte, está más y más conectada", dijo Annan.
"A pesar de los esfuerzos encomiables y la variedad de iniciativas, estamos aún muy lejos de asegurar que los beneficios de la tecnología de la información y las comunicaciones están disponibles para todos", dijo Annan al comienzo de una sesión de dos días de la Asamblea General de la ONU dedicada a la informática y el desarrollo.
Annan instó a la industria a trabajar conjuntamente con los gobiernos, grupos cívicos y la ONU para hallar mejores formas de integrar a las naciones en vías de desarrollo en la globalización y estar preparados para desarrollar recursos a largo plazo.
Los participantes dijeron que había un amplio consenso en que la tecnología de la información y las comunicaciones pueden tener una mayor participación en promover el crecimiento económico y el desarrollo, y combatir la pobreza y las enfermedades.
Sin embargo, el progreso ha sido lento en muchas partes del mundo.
"Algunos países han prosperado mientras que otros se han quedado atrás", dijo Yoshio Utsumi, secretario general del grupo International Telecommunications Union, con sede en Ginebra.
"Si no tomamos acciones, la diferencia entre los que tienen información y los que no la tienen continuará creciendo", añadió.
Utsumi dijo que la "pobreza de información" sigue siendo una realidad para gran parte del mundo. Más de 90 países tienen menos de 10 líneas telefónicas por cada cien habitantes y en tres de cada cinco países, menos de una de cada 100 personas ha usado la Internet, añadió.
"La información se ha convertido en la clave para obtener ventajas competitivas tanto para las empresas como para los países modernos", explicó.
"Cualquiera puede trabajar y proveer un producto al mercado mundial, incluso desde una esquina remota del mundo, si los medios de comunicación están disponibles y son baratos", añadió.