LA HABANA.- Demostrando su poderío para la movilización de masas, el Gobierno del Presidente Fidel Castro proclamó este martes una aplastante victoria, en que más 80% de los 11 millones de cubanos firmaron por declarar "intocable" al régimen socialista.
La jornada de recaudación de firmas, iniciada el sábado, concluyó este martes al mediodía, cuando se contabilizaron 8,1 millón de personas por la reforma constitucional, dijo Pedro Ross, presidente de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), la mayor agrupación obrera del país, y una de las promotoras de la modificación.
Tal cifra representa 98,97% de un universo electoral, estimado en 8,2 millones de cubanos, dijo Ross, al hablar en el diario foro vespertino de la televisora cubana.
Dado el caudal de firmas, se da por descontada la aprobación de la Asamblea Nacional, o parlamento cubano, para modificar la carta magna de 1976 e incluir expresamente que "el régimen económico, político y social, consagrado en la constitución, es intocable".
El diario oficial Granma -órgano oficial del Partido Comunista de Cuba- destacó que el volumen de firmas representa "la más aplastante derrota ideológica interna y externa sufrida por el imperialismo en Cuba y en cualquier otra parte del mundo".
El gobierno de Castro niega que la iniciativa de modificación constitucional sea en respuesta a una iniciativa de opositores de recaudar firmas para convocar a un referéndum sobre libertades civiles, y afirma que es en respuesta a llamados del Presidente estadounidense George W. Bush para que la isla realice elecciones libres.
La recaudación de firmas, que abarcó a todos los cubanos mayores 16 años -edad legal para votar en la isla- en más de 120.000 puntos de la isla, se llevó a cabo por los Comités de Defensa de la Revolución, estructuras de masas que literalmente organizan y dividen al país cuadra a cuadra.
Los opositores que han promovido el petitorio de referéndum sobre libertades civiles aún esperan una respuesta oficial a su solicitud, mientras alertaron sobre los graves riesgos del cambio constitucional, que bloquearía cualquier iniciativa de reformas por parte de sectores no oficiales.
