ROMA.- Los paros que como forma de protesta laboral se llevan a cabo estos días en el sector del transporte se han convertido en una firme amenaza para los viajes de los ciudadanos en el comienzo del verano y son un elemento de preocupación para el Gobierno italiano.
Italia vive desde la noche del sábado y durante todo el día de hoy, domingo, una huelga de personal ferroviario que sólo garantiza algunos servicios de largo recorrido y que ha alterado los planes de quienes pretendían aprovechar el buen tiempo del fin de semana para desplazarse en ese medio.
Al mismo tiempo, hoy también paran trabajadores del transporte marítimo de pasajeros y mercancías, lo que incide en los traslados a las islas como Sicilia, Capri, Ischia o Elba, entre otras.
Las huelgas de este domingo se unen a la movilización que ayer, sábado, protagonizaron unos 10.000 camioneros italianos, que durante varias horas optaron por transitar en grupos por numerosas carreteras del país a velocidades en torno a veinte kilómetros por hora.
Ello supuso un entorpecimiento del tráfico y la formación de largas colas en una protesta que el secretario general de la Federación Italiana de Transportistas (FITA), Maurizio Longo, calificó de "éxito".
La protesta se basa en la negativa de los camioneros a restituir las ayudas fiscales que en el pasado les atribuyó el Ejecutivo en un momento de crisis del sector y podría ampliarse ya que está en ciernes una nueva iniciativa de este tipo, que se extendería a los pequeños transportistas urbanos.
También el viernes las principales ciudades italianas vivieron una jornada difícil, debido al paro de ocho horas de todos los transportes públicos, en coincidencia con los horarios de oficina, también, como en los otros casos, como medida de presión en las negociaciones de tipo laboral.
La situación en el ámbito de los transportes se complicará en los próximos días, ya que están convocadas nuevas huelgas, en esta ocasión de controladores de vuelo, tanto el martes como el miércoles, durante cuatro horas.
Ante este panorama el ministro italiano de Infraestructuras, Pietro Lunardi, ha afirmado que "no se puede seguir así, con una huelga cada día, es una manera impresionante de proceder", en alusión a la ráfaga de paros de estos días.
Lunardi ha asegurado que en su departamento hacen "todo lo posible para no dar argumentos a las huelgas. Tenemos abiertas varias mesas de negociación y hay varias cuestiones pendientes de resolver", por lo que ha hecho un llamamiento a los dirigentes sindicales para que reconsideren sus movilizaciones y eviten el bloqueo de determinados servicios.
El titular de Transportes reconoció que esta sucesión de protestas crea "fuertes incomodidades" a los ciudadanos, en días en los que empieza el verano, con fuerte calor y frecuentes desplazamientos desde las ciudades.
No obstante, Lunardi ha recordado que la competencia principal en algunos de esos conflictos, como el de los camioneros, está en manos de su colega de Economía, Giulio Tremonti, debido a los aspectos financieros y fiscales de las demandas de los transportistas.
