GINEBRA.- El sida contribuye a retrasar todavía más el débil desarrollo de Africa al afectar a la población productiva, según un comunicado del Programa común de Naciones Unidas contra esa epidemia denominado ONUSIDA.
"El impacto devastador del VIH/sida retrasa décadas el progreso en materia de desarrollo en Africa", señala el director ejecutivo de ONUSIDA, Peter Piot, en un comunicado.
Agrega que la epidemia de Sida afecta especialmente a los agricultores, profesores y soldados, y a aquellos que podrían mejorar la situación del continente caracterizado ya por graves deficiencias.
Según datos de ONUSIDA, la productividad de la mano de obra en los países más afectados por la epidemia ha caído hasta un 50 por ciento.
Piot advierte que de continuar la tendencia, en los próximos dieciocho años puede desaparecer una cuarta parte de la mano de obra productiva de los países más afectados por el sida y en las zonas rurales, el rendimiento agrícola ha sido devastado por la muerte de siete millones de agricultores a causa de ese mal.
El ONUSIDA también advierte de que "la seguridad nacional, condición necesaria para un desarrollo eficaz, está socavada por el sida en numerosas naciones africanas".
Precisa que entre un 20 y un 40 por ciento de los militares africanos están infectados por el VIH, aunque en algunos países puede alcanzar proporciones de hasta el 50 o el 60 por ciento.
"A medida que los oficiales y el personal clave caigan enfermos, es de esperar que la preparación y la capacidad de combate de esas fuerzas se irá deteriorando, amenazando así la estabilidad necesaria para el crecimiento económico y social", añade la nota.
También subraya que el problema del contagio del virus se registra entre los funcionarios como la policía y destaca que "en Kenia tres de cada cuatro muertes de policías son a causa del SIDA".
Se destaca en el comunicado que la epidemia causa también estragos entre el cuerpo de profesores, hasta el punto de que amenaza los sistemas educativos, y entre el personal hospitalario, los servicios sociales y otros trabajadores del Estado.
"La realidad del sida en Africa es dura, pero hay esperanza", comenta Piot al subrayar que "algunos países han logrado invertir la tendencia" mediante amplios programas de información, prevención y ayuda, dicen los responsables del Programa en el que participan varios organismos de la ONU.
"Las vidas que han sido salvadas, las comunidades que permanecen unidas y las economías que han podido ser preservadas, podrán reembolsar mil veces lo invertido", concluye el comunicado.