CÓRDOBA, España.- El próximo representante de la Unión Europea en Afganistán, Francesc Vendrell, afirmó hoy que hay que empezar "a crear el nuevo ejército afgano bajo control civil".
Vendrell dirigió en esta ciudad española una reunión informal entre miembros de la ONU y de la UE con representantes del gobierno de transición afgano y los principales artífices de los acuerdos de Bonn para intercambiar puntos de vista sobre la situación del país.
"Sería enormemente beneficioso si se pudiera desarmar a los combatientes", dijo Vendrell, que, sin embargo, advirtió de que "va a ser un proceso largo y difícil y, en consecuencia, hay que, por lo menos, neutralizar políticamente a las personas que tienen armas".
El objeto de la reunión es "permitir a los participantes, que son personas que trabajan en el tema de Afganistán en países de Europa, América del Norte y Asia, un intercambio franco de puntos de vista sobre la situación", explicó Vendrell, que asumirá su cargo de representante de la UE el 1 de julio.
Asimismo, durante la reunión se abordará la forma en que la comunidad internacional puede ayudar a los afganos a conseguir los objetivos plasmados en el acuerdo de Bonn.
Vendrell, que fue representante de la ONU en Afganistán, indicó que lo primero que hay que hacer es "decidir cuáles son los objetivos de la comunidad internacional".
"Una vez que los hayamos acordado -continuó-, hay que ver qué medios tenemos a nuestro alcance, incluyendo la asistencia para el desarrollo y la económica, para asegurarnos de que los objetivos de los acuerdos de Bonn, que incluyen el establecimiento de un régimen pluralista y representativo, se cumplan".
El diplomático español recordó que hay casi cuatro millones de refugiados afganos tanto en Irán como en Pakistán, aunque un millón de ellos ya ha regresado a su país desde la firma de los acuerdos de Bonn.
La situación, aunque frágil, es mejor que la que ha habido en los últimos 23 años, si bien, recalcó Vendrell, "aún queda mucho trabajo por hacer".
Para comenzar, "hay que establecer un diálogo franco con las autoridades afganas y con las comisiones que existen en Afganistán para, primero, poderles ayudar, y después, asegurarnos de que eventualmente van a ser los afganos los que decidan su futuro, y no los miles de hombres que tienen armas en Afganistán".
"Hay que terminar con esto y lo que tenemos que hacer, por consiguiente, es ir sentando las bases para una sociedad civil con instituciones apropiadas", añadió.