ISLAMABAD.- Oficiales afganos y estadounidenses emprendieron hoy un viaje a la provincia sureña afgana de Uruzgan para investigar la muerte de decenas de civiles a causa de una bomba lanzada por un avión estadounidense que hizo blanco en el edificio donde se celebraba una boda en la noche del domingo.
Una delegación afgana abandonó por tierra Kabul con dirección a Dehrawad, la población donde ocurrió el accidente, 400 kilómetros al suroeste de la capital afgana, y helicópteros estadounidenses transportaron a un equipo de soldados hacia ese lugar.
Se desconoce con precisión el número de personas que perdieron la vida en el accidente, pues fuentes oficiales en Kabul dan la cifra de 20 muertos y otras fuentes hablan de 30 víctimas mortales como consecuencia del ataque, que también dejó decenas de heridos.
La agencia de noticias "Afgan Islamic Press", con base en Pakistán, elevó a más de cien el número de fallecidos, en el que ha sido uno de los accidentes por error más grave causado por las tropas aliadas desde que iniciaron la ofensiva armada en Afganistán en octubre.
Oficiales de EE.UU. en Bagram informaron de que sus soldados pidieron cobertura aérea tras sentirse amenazados, y que los aviones que acudieron al lugar hicieron frente al fuego enemigo, que no podían ser los disparos sin dirección y al aire que acompañan la celebración de una boda.
Los soldados estadounidenses rastreaban la zona a la búsqueda del Mullá Omar, el jefe de los talibanes oriundo de una población próxima a Dehrawad, que sigue desaparecido.