BRUSELAS.- El estrés ocupa el segundo lugar, después del dolor de espalda, entre los trabajadores de la Unión Europea (UE), pero ha sido declarado el enemigo público número uno en una campaña lanzada este martes para combatir el problema.
El estrés laboral afecta a alrededor del 28 por ciento de los trabajadores de las quince naciones que conforman la Unión Europea, cifra que es equivalente a la población de España: alrededor de 40 millones de habitantes.
Funcionarios de la UE en Estrasburgo, la ciudad francesa que constituye una de las sedes del parlamento europeo, utilizaron una pelota de estrés de cuatro metros de diámetro para marcar el inicio de la campaña.
Según los funcionarios, el estrés cuesta a la economía de la UE más de 20 millones de euros (19,8 millones de dólares) anuales. El dolor de espalda, que afecta a uno de cada tres trabajadores, fue el objetivo de una campaña similar hace dos años.
Las causas y efectos del estrés ya han sido bien estudiados, por lo que la campaña se centrará en aumentar el grado de conciencia entre la población, en estimular a empleados y empleadores para que discutan el tema, y en la búsqueda de métodos que permitan a los trabajadores un mayor control sobre sus empleos.
"La Comisión Europea está convencida de que el estrés laboral puede y debe evitarse", dijo en un comunicado Anna Diamantopoulou, comisionada para asuntos sociales y laborales de la UE.
La Agencia de Seguridad y Salud Laboral de la UE, el organismo conductor de la campaña, manifestó que cuatro de cada 10 trabajadores tienen que lidiar con empleos monótonos o estrictas fechas límites de entrega de trabajos, mientras que uno de cada tres empleados se siente tensionado debido a la falta de control sobre sus condiciones laborales.
Según la Agencia, 41 millones de personas en la UE sufren de estrés en el puesto de trabajo cada año, que es la causa de la mitad de las ausencias laborales.
Además del estrés laboral, tres millones de trabajadores de la UE dijeron haber sufrido acoso sexual y 12 millones expresaron que habían sido víctimas de intimidación o abuso verbal, un problema creciente para los que trabajan en el sector de servicios públicos, como las enfermeras y los conductores de ómnibus.
Lennart Levi, profesor de medicina psicosocial en el Instituto Karolinska de Suecia, dijo que el estrés, que aumenta el ritmo cardíaco, la tensión arterial y el metabolismo, no encajaba en el mundo laboral moderno.
"El estrés pertenece a la edad de piedra. Es un mecanismo de programación genética que ayudó a nuestros ancestros a luchar o escapar de diversos peligros, como una manada de lobos", concluyó.