EMOLTV

Después ocho años con superávit, Santa Sede cerró 2001 en "rojo"

El cardenal Sergio Sebastiani, presidente de la Prefectura de Asuntos Económicos, también informó del balance consolidado de la Ciudad del Vaticano, que va separado del de la Santa Sede y que cerró el año 2001 con unos beneficios de 14,074 millones de euros (13,681 millones de dólares), diez millones de euros menos que un año antes.

05 de Julio de 2002 | 08:44 | EFE
CIUDAD DEL VATICANO.- Después de ocho años con superávit, la Santa Sede cerró el 2001 con un déficit de 3,062 millones de dólares (3,474 millones de euros), según informó hoy el cardenal Sergio Sebastiani, presidente de la Prefectura de Asuntos Económicos, que presentó el balance consolidado del pasado año.

El cardenal achacó el déficit al fuerte descenso de los beneficios de las actividades financieras de la Santa Sede, al aumento de los sueldos de los empleados, al mayor coste de la manutención de los inmuebles y al crecimiento de los costes en Radio Vaticano, en el centro televisivo vaticano CTV, en el diario "L’Osservatore Romano" y en la Librería editorial vaticana.

Sebastiani también informó del balance consolidado de la Ciudad del Vaticano, que va separado del de la Santa Sede y que cerró el año 2001 con unos beneficios de 14,074 millones de euros (13,681 millones de dólares), diez millones de euros menos que un año antes.

Ese resultado menor se debió, según Sebastiani, a la reducción de ingresos y a los gastos de la restauración de las basílicas de San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María la Mayor y la conservación del patrimonio artístico de la Ciudad del Vaticano.

También se informó hoy del Obolo de San Pedro, que es como se conoce a las cantidades de dinero que los fieles de todo el mundo dan para la caridad del Papa con los más necesitados y las iglesias locales más pobres, que tampoco se contabiliza en los presupuestos de la Santa Sede.

En el 2001 el Obolo de San Pedro recogió 51,9 millones de dólares (53,3 millones de euros), que el Papa distribuyó entre comunidades afectadas por condiciones extremas de pobreza y degradación y por calamidades naturales.

El balance de la Santa Sede está dividido en cuatro sectores: actividades institucionales, financieras, inmobiliarias y mediática, que engloba a Radio Vaticano, el diario "L’Osservatore Romano", la Librería Vaticana y el Centro Televisivo Vaticano (CTV).

El de actividades institucionales engloba a todos los organismos de la Curia Romana, como son la Secretaria de Estado, las nunciaturas, congregaciones, consejos, tribunales, comisiones y Sínodos de Obispos.

El cardenal Sebastiani recordó que, debido a su propia naturaleza, esos organismos no producen beneficios, excepto pequeñas entradas procedentes de algunas tasas. Se mantienen, sobre todo, con entradas procedentes de otros fondos.

La Santa Sede durante 2001 gastó 176.587.000 dólares (200.371.000 euros), mientras que los ingresos fueron de 173.525.000 dólares (196.897.000 euros), lo que supone un déficit de 3.062.000 dólares (3.474.000 euros).

Frente al año 2000, los gastos se redujeron en un 4,1 por ciento, a la vez que los ingresos descendieron un 9,7 por ciento.

Por sectores, el de Actividades Institucionales cerró con unas pérdidas de 28,9 millones de dólares (29,72 millones de euros).

El de actividades financieras tuvo unos beneficios de 29,01 millones de dólares (29,84 millones de euros), un 50 por ciento menos que en el año 2000.

Sebastiani señaló que ese descenso se debió a las oscilaciones de las bolsas y a la situación económica creada tras los atentados de EE.UU. del 11 de septiembre.

El de actividades inmobiliarias cerró con unos beneficios de 11,35 millones de dólares (11,67 millones de euros), inferior en 2,27 millones de dólares (2,34 millones de euros).

Una vez más fueron los organismos mediáticos de la Santa Sede los que tuvieron fuertes pérdidas. De los 17,16 millones de dólares (17,65 millones de euros) que perdieron el año antes se pasó en el 2001 a 19,07 millones de dólares (19,61 millones de euros).

Radio Vaticano emite en 47 idiomas y en ella prestan servicio 400 personas de 63 países.

En la Santa Sede, incluidas las 114 nunciaturas (embajadas) trabajan 3.000 personas, entre eclesiásticos, religiosos y laicos.