BOGOTA.- Guerrilleros colombianos liberaron el viernes a 14 policías con la mediación del sacerdote y habitantes de un pueblo, calificándolos de valientes por rendirse sólo cuando se quedaron sin municiones tras resistir por 20 horas un ataque de 300 rebeldes.
"Son unos varones", dijo ante las cámaras de televisión un jefe regional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el principal grupo guerrillero del país con 17.000 combatientes.
Usualmente los policías y soldados que se rinden al término de combates con la guerrilla son despojados de sus armas, secuestrados y en algunos casos ejecutados.
Pero en esta ocasión los 14 agentes policiales ganaron su libertad después de resistir con tanta valentía el ataque en el municipio de Toribio, en el departamento del Cauca, 300 kilómetros al suroeste de Bogotá.
En la decisión pesó la mediación del sacerdote católico de Toribio y de cientos de vecinos que salieron a las calles, impidiendo que los policías fueran capturados por las FARC.
"Me siento impotente porque desafortunadamente defendemos nuestras normas constitucionales y no contamos con los medios necesarios, en una pelea tan desigual como es esta, una guerra muy dura", dijo a periodistas el policía Gerardo Paredes.
Los guerrilleros asumieron el control del pueblo y atacaron el cuartel policial con ráfagas de fusil, ametralladora y misiles caseros -cilindros de gas repletos de explosivos-.
Imágenes transmitidas por la televisión local mostraron el cuartel completamente destruido al igual que varias edificaciones cercanas.
Las FARC liberaron en junio del 2001 a 359 policías y soldados capturados en combates en diferentes zonas del país.
Actualmente al menos 50 oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas permanecen en poder de la guerrilla, algunos desde hace cuatro años, y las FARC proponen que sean canjeados por rebeldes encarcelados, a lo que el gobierno se niega.
"Es muy difícil sobrevivir a una cosa de estas, pero por misericordia de Dios es que vive uno en una guerra de estas", dijo otro policía con visibles muestras de cansancio y con su uniforme raído en algunas partes.
El director de la policía nacional, general Luis Ernesto Gilibert, dijo que todo el país sabe que los policías son valientes y héroes.
"Nosotros sabemos que nuestros hombres son unos valientes, no necesitamos que absolutamente nadie no los venga a reconocer, diferente a sus mandos y al gobierno", declaró.
Las autoridades militares y de policía sólo llegaron en la tarde del viernes a Toribio.
Este país de más de 40 millones de habitantes es agobiado por una guerra interna de casi cuatro décadas en la que también intervienen escuadrones paramilitares de ultraderecha y en la que anualmente mueren unas 3.500 personas.