BOGOTA.- El servicio secreto de Colombia (DAS) capturó este domingo a dos presuntos jefes de las FARC acusados del desvío de un avión, en un hecho que provocó la ruptura, el pasado 20 de febrero, del proceso de paz con esa guerrilla, informó una fuente oficial.
Los rebeldes, identificados como Alexander Cruz y Franklin Vanegas, fueron detenidos durante allanamientos realizados en la ciudad de Neiva y la vecina localidad Pitalito (sur), dijo a periodistas el coronel Germán Jaramillo, jefe del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).
Según el oficial, Cruz y Vanegas eran los jefes de las redes urbanas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Pitalito y Neiva (400 km al sur de Bogotá), e integraban la columna ’Teófilo Forero’, una de las más numerosas y beligerantes del grupo guerrillero.
Los detenidos son responsables del desvío, el pasado 20 de febrero, de un avión de la aerolínea colombiana Aires con 34 personas a bordo, entre ellas el senador opositor Jorge Eduardo Gechem, secuestrado después por los insurgentes, agregó el jefe policial
Ese hecho condujo al presidente Andrés Pastrana a romper el proceso de paz con las FARC, el mayor y más antiguo grupo rebelde del país con unos 17.000 combatientes y 38 años de historia.
De acuerdo con el director del DAS, Cruz y Vanegas también participaron en julio del año pasado en el secuestro de 15 personas en un edificio de apartamentos de Neiva, capital del departamento de Huila.
El Ejército colombiano reportó hace dos meses la captura de otros seis guerrilleros de las FARC comprometidos en ese hecho y en el secuestro de la aeronave, que fue abandonada en una carretera del sur del país.
Asimismo, el coronel Jaramillo aseguró que los jefes rebeldes capturados este domingo están detrás de las amenazas proferidas por las FARC contra los alcaldes de Huila para presionar su renuncia.
El grupo insurgente mantiene una campaña de intimidaciones contra los mandatarios y otros funcionarios municipales del país, a quienes exige dimitir so pena de secuestrarlos o asesinarlos.
Esas amenazas han provocado la renuncia de unos 120 alcaldes, según las autoridades, aunque otras fuentes estiman en 220 el número de dimitentes.