BOGOTA.- Al menos seis integrantes de grupos armados ilegales murieron este lunes en combates con el ejército colombiano, en dos acciones separadas en un departamento al sur del país.
En el primer hecho, cuatro guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cayeron abatidos, según un comunicado del ejército, en el área rural de Villavicencio, en el departamento del Meta.
El otro combate ocurrió en Medellín del Ariari, localidad a unos 100 kilómetros al suroeste de esta capital, donde murieron dos miembros de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Las autoridades policiales también informaron el lunes sobre el asesinato de la superiora de un asilo de ancianos en la población de Mogotes, presuntamente por denunciar el robo de ganado en la región, dijo el general Jorge Castro, comandante de la policía del departamento de Santander en el noreste.
Otro religioso, el pastor evangélico José Vicente Flores, fue ejecutado presuntamente por insurrectos de las FARC en el área rural de San Vicente del Caguán. Según las autoridades, Flores se disponía a orar cuando fue asesinado.
Humberto López, presidente de la Asociación de Comunidades Religiosas, dijo en declaraciones radiales que en esa región han circulado panfletos en los cuales la guerrilla exige a los religiosos abandonar la zona, junto con los alcaldes, concejales y demás funcionarios municipales.
Las FARC, con esta estrategia, pretende desconocer la legitimidad de autoridades civiles en los más apartados pueblos del país, para de esta manera lograr un mayor control territorial.