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Gobierno paraguayo controla focos de protesta

El gobierno responsabilizó de las manifestaciones de ayer lunes en cinco departamentos del país, al ex general golpista Lino Oviedo y al vicepresidente Julio César Franco, líder del opositor Partido Liberal y rival político de González Macchi.

16 de Julio de 2002 | 20:01 | Reuters
ASUNCION.- La policía paraguaya dijo este martes que controló las violentas protestas contra el Presidente Luis González Macchi, que dejaron un saldo de dos muertos, decenas de heridos y centenares de detenidos.

El gobierno responsabilizó de las manifestaciones del lunes en cinco departamentos del país al ex general golpista Lino Oviedo y al vicepresidente Julio César Franco, líder del opositor Partido Liberal y rival político de González Macchi.

En una de las primeras medidas bajo el estado de excepción que decretó el lunes, el presidente ordenó la detención de Carlos Galeano Perrone, jefe del partido Unión Nacional de Ciudadanos Eticos (UNACE), el partido de Oviedo, quien está asilado en Brasil y es requerido por la justicia paraguaya.

"Fueron despejadas las rutas en todos los puntos conflictivos. Estamos dándole seguridad a la ciudadanía, así como corresponde", dijo en una conferencia de prensa el jefe de la policía, Sixto Ramírez.

Horas antes, en la mañana del martes, manifestantes que intentaban bloquear un puente internacional hacia Argentina, 350 kilómetros al sur de Asunción, se enfrentaron con la policía y las refriegas dejaron al menos un manifestante lesionado, según radioemisoras locales.

Un total de 53 manifestantes huyeron de la policía antimotines hacia territorio argentino, donde solicitaron y recibieron visas en calidad de refugiados, según dijeron fuentes diplomáticas de Buenos Aires.

En otro incidente en el departamento Caguazú, en el este de Paraguay, tres manifestantes resultaron heridos cuando la policía actuó para despejar una carretera.

En los choques del lunes, una persona murió en un enfrentamiento a tiros con la policía a unos 10 kilómetros de Ciudad del Este, segundo centro urbano del país a 330 kilómetros de la capital, dijeron fuentes médicas.

Posteriormente falleció en un hospital de la ciudad uno de los seis heridos de bala que estaban graves.

El gobierno decretó el estado de excepción por cinco días, y detuvo a 239 personas en los diversos focos de conflicto, según la policía.

Un decreto de excepción firmado por González Macchi argumentó que Galeano Perrone debe ser arrestado "en virtud de la existencia de indicios de su participación en hechos punibles de perturbación de la paz pública (...) e incitación a cometer hechos punibles".

El político dijo a Reuters que "este estado de excepción es el pretexto perfecto para perseguir a la dirigencia opositora a este régimen corrupto e inepto".

El estado de excepción faculta al Poder Ejecutivo a arrestar personas y allanar propiedad privada sin necesidad de orden judicial previa, además de prohibir reuniones.

La medida debe ser ratificada por el Congreso, que se reunirá el miércoles, poco después de un anunciado mensaje a la nación del presidente, quien adelantó a periodistas que "el estado de excepción podría ser levantado por la mañana si la situación sigue estable".

Galeano Perrone aseguró que UNACE "no organizó previamente estas protestas, pero las apoya plenamente porque sus reivindicaciones son de estricta justicia".

El vicepresidente Franco apoyó públicamente a los manifestantes el lunes, visitó a una treintena de detenidos en Asuncin, y criticó el estado de excepción.

El Partido Liberal presentó ante la justicia un recurso de hábeas corpus en favor de los detenidos.

Franco fue electo en agosto de 2000 con el apoyo de Oviedo, en comicios convocados para escoger al sucesor de Luis María Argaña, asesinado en un atentado atribuido al ex general un año antes.

González Macchi llegó al poder en marzo de 1999, tras la crisis política provocada por el asesinato de Argaña, que también forz la renuncia del entonces presidente Raúl Cubas.

El gobierno aseguró que la movilización masiva del lunes fue organizada por Oviedo con el propósito de generar un clima de inestabilidad, forzar la dimisión de González Macchi y permitir el acceso de Franco al poder.

En Brasilia, Oviedo fue convocado por el Ministerio de Justicia brasileño el miércoles, para dar explicaciones sobre su vinculación con las manifestaciones, las más violentas en los últimos tres aIos.

El jefe de gabinete de la presidencia paraguaya, Jaime Bestard, dijo a periodistas que la cancillería local presentaría al gobierno brasileño pruebas de que Oviedo dirigió las protestas del lunes, para reforzar una solicitud de deportación.

El embajador paraguayo ante el gobierno brasileño, Luis González Arias, dijo a periodistas que su gobierno solicitó al de Brasil "que tome medidas para impedir que Oviedo siga incitando la violencia en Paraguay".

La Red Globo de Brasil emitió el martes una cinta de vídeo en la cual se ve a Oviedo reunido con unos 2.000 simpatizantes en una localidad brasileña fronteriza con Paraguay a principios de mes, instando a "manifestaciones pacíficas y democráticas".

El ex militar, que era considerado el poder detrás de Cubas, fue acusado de planear el asesinato de Argaña y tiene pendiente una condena a 10 años por intentar un golpe de Estado en 1996, además de otro intento fallido en mayo del 2000.
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