LIMA.- Una nueva ola de frío golpea a las poblaciones del sur del Perú, donde el número de damnificados se incrementó a 77.000, mientras los esfuerzos del gobierno son insuficientes para atender la emergencia, dijo el jueves el jefe de la Defensa Civil.
El almirante Juan Luis Podestá, jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), señaló que de acuerdo a los pronósticos de los servicios de meteorología peruanos, el nuevo golpe de frío, que sería menos intenso, duraría de unos tres a cinco días.
"En este momento, la última información que acabo de recibir está indicando (que hay) 77.700 damnificados", dijo Podestá a la emisora CPN.
El Gobierno declaró en emergencia ocho departamentos sureños: Puno, Cusco, Ayacucho, Arequipa, Apurímac, Huancavelica, Tacna y Moquegua, cuyas poblaciones altoandinas soportan temperaturas de 20 grados bajo cero.
En esos departamentos se reportaron 19 muertes como consecuencia del frío y enfermedades respiratorias, mientras que a nivel nacional la cifra llega a 59, según el Gobierno.
Decenas de comunidades se encuentran aisladas debido a que la nieve ha bloqueado las carreteras y caminos.
A pesar que las autoridades tendieron un puente aéreo para llevar asistencia a las poblaciones con helicópteros, esta vía no ofrece todas las seguridades del caso.
"El helicóptero no puede posarse cuando tenemos nieve de 50 centímetros, un metro o más de altura, en consecuencia, lo que se está haciendo es que se está arrojando el apoyo correspondiente", declaró Podestá.
Dijo que la capacidad del Gobierno para atender a los damnificados es "insuficiente" y por ello se ha pedido apoyo a la comunidad nacional e internacional.
Las autoridades están enviando medicinas, abrigo y alimentos a las comunidades afectadas, así como forraje para su ganado. Se trata de poblaciones que viven en extrema pobreza, y están dedicadas a la ganadería como única forma de sustento.
Los comuneros se niegan a abandonar sus hogares en un intento por proteger a su ganado de llamas, alpacas, ovejas y vacunos, que están muriendo por miles debido al intenso frío y a la falta de pastos naturales que han sido cubiertos por la nieve.