SANTIAGO.- El diario boliviano "La Prensa" asegura hoy que la eventual salida del gas por costa chilena depende de una fórmula de comodato disfrazado de enclave sin soberanía.
"Es la fórmula que el gobierno del Presidente Jorge Quiroga le ha presentado a su par de Chile, Ricardo Lagos, para resolver la exportación de gas a través de un puerto en el océano Pacífico", señala el medio.
La Prensa asegura que la figura se denomina 'enclave económico', una porción de territorio bajo soberanía chilena que Bolivia administraría por el lapso de 99 años en comodato. Con este requisito, Quiroga busca satisfacer la promesa de recuperar la 'cualidad marítima' de Bolivia. Sin embargo, a diferencia de los enclaves tradicionales que se han instaurado en diversos puntos del planeta, Bolivia no ejercerá soberanía plena sobre dicha porción territorial.
"Aún así, en esa franja, el Estado boliviano podrá imponer su propio régimen impositivo, aplicar sus leyes laborales y otorgar en concesión el puerto que estaría bajo su administración. Es decir, elementos de un control relativo del Estado boliviano sobre la terminal portuaria. Chile ha puesto como condición que el proyecto deberá acogerse a la legislación ambiental chilena", agrega.
Seguridad y relaciones diplomáticas
En el plano de la seguridad, Chile exige que ésta esté a cargo de efectivos policiales chilenos, ya que no permitiría que uniformados bolivianos realicen esa tarea.
La segunda parte del acuerdo, según las fuentes consultadas por La Prensa, consiste en "mantener el conflicto de fondo que ambos países sostienen en torno a la soberanía y el enclaustramiento marítimo boliviano bajo un ‘paraguas’ irresuelto, es decir, que será materia de negociación diplomática en el futuro".
El medio asegura que "el acuerdo sería refrendado mediante un tratado internacional, lo que exigiría el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. Este documento deberá ser aprobado por los Congresos de ambos países en el corto plazo con el fin de garantizar la operación de venta del gas a los mercados estadounidenses".
Chile ha puesto varias condiciones ineludibles que Bolivia deberá cumplir si quiere llegar a un acuerdo definitivo sobre esta materia: Ambos países deberían avanzar hacia un acuerdo binacional para la explotación de recursos hídricos y minerales, dos elementos fundamentales para la economía del norte chileno.
El canciller Gustavo Fernández, autor de la novedosa fórmula, no quiso dar mayores explicaciones al respecto y prefirió mantener las negociaciones que se llevan a cabo con Chile en la más absoluta reserva, asegura La Prensa.
Consulta al próximo Presidente electo
El artículo añade que el gobierno de Quiroga consultará formalmente al Presidente electo del país, que sería Gonzalo Sánchez de Lozada, sobre la conveniencia o no de llevar adelante un acuerdo de este tipo con Chile.
Sin embargo, "dirigentes del MNR señalaron que ese partido aún no había sido consultado en relación al acuerdo que se firmaría con el país transandino. Fuentes contactadas por este medio aseguraron que Goni tendría una opinión favorable para que el gas natural se exporte a través de un puerto chileno".
Autoridades chilenas optimistas
Si bien las empresas involucradas extendieron en dos oportunidades el plazo a Quiroga para que pudiera resolver entre Chile y Perú como puertos de salida del gasoducto, el ambiente antichileno vivido antes y después de las elecciones presidenciales del 30 de junio complicaron una definición al respecto.
Aunque en Chile algunos personeros están optimistas y auguran que Quiroga acordará con Gonzalo Sánchez de Lozada la materia antes del 6 de agosto, día del traspaso del mando, al otro lado de la frontera se tiene una visión más negativa.
El consorcio Pacific LNG -conformado por las británicas British Gas y Pan American Energy y la española Repsol YPF- y Sempra Energy mantienen un preacuerdo de exclusividad para la exportación de gas a las costas de California, vía México, que caduca el 8 de agosto.
Presionados por el tiempo, las autoridades salientes han dado señales de que los estudios técnicos ya concluyeron y que la decisión está clara. Sin embargo, tanto Quiroga como su Canciller, Gustavo Fernández, debieron reconocer que el tema pasará a quien los suceda.