MOSCU. El gobierno ruso informó el viernes que una fuga de combustible en un torpedo --no un submarino extranjero ni una mina de la Segunda Guerra Mundial-- provocó el hundimiento del submarino nuclear Kursk.
El anuncio pone fin oficialmente a las especulaciones sobre la causa de uno de los peores desastres de la era post-soviética, en que 118 tripulantes murieron. El fiscal general Vladimir Ustinov hizo el anuncio luego de reunirse con el presidente Vladimir Putin, quien ordenó informar al público ruso de la causa de las explosiones que hundieron al submarino durante un ejercicio naval en el mar de Barents, el 12 de agosto del 2000.
El desastre ocurrió a las 11:28 con 26,5 segundos, hora de Moscú debido al estallido de un torpedo de práctica dentro del compartimiento tubular de cuatro torpedos’’, dijo Ustinov.
Dos minutos y 18 segundos tras la primera explosión, estallaron otras armas, lo que llevó a la nave al fondo marino y causó la muerte inmediata de la mayor parte de la tripulación.
Ustinov dijo que el desastre fue provocado por una fuga de un volátil combustible que entró en contacto con queroseno y metal. Insistió en que nadie tuvo la culpa del mal funcionamiento del torpedo.
’’Los investigadores decidieron dar por terminado el caso porque no fue encontrada evidencia criminal’’, dijo Ustinov.
Negó las versiones de algunos familiares de marineros del Kursk de que la tripulación sabía que el torpedo tenía algún problema. Algunos medios de información rusos dijeron que la fuga ocurrió porque el torpedo había sufrido daños cuando fue cargado al submarino.