GUAYAQUIL, Ecuador.- Presidentes y representantes de los países sudamericanos reiteraron hoy en Guayaquil el compromiso ineludible de integrar un espacio común para acelerar el desarrollo de la región, y expresaron su solidaridad con Argentina y Colombia ante la crisis financiera y situación de violencia que registran esas dos naciones respectivamente.
Sus acuerdos fueron dados a conocer en la clausura de la II Reunión de Presidentes de América del Sur, inaugurada el viernes con la participación de 10 jefes de Estado, el vicepresidente de Uruguay y la canciller de Surinam.
Los mandatarios suscribieron la declaración "Consenso de Guayaquil sobre Integración, Seguridad e Infraestructura para el Desarrollo" en una ceremonia en uno de los salones de un exclusivo hotel de Guayaquil, 270 kilómetros al suroeste de Quito.
El documento ratificó la voluntad de continuar impulsando acciones conjuntas de coordinación y cooperación para conformar un espacio común sudamericano y el compromiso de fortalecer la democracia, los derechos humanos, la integración y la seguridad.
En la declaración, los representantes sudamericanos enfatizaron la importancia de las negociaciones entre la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el Mercado Común del Sur (Mercosur), reiterando que "es imprescindible concluirlas en el presente año, fortaleciendo de este modo su capacidad negociadora en otros procesos de negociación, particularmente el ALCA".
En este sentido, se comprometieron a buscar "modalidades apropiadas" de fortalecer la capacidad de los países con pequeñas economías para participar en las negociaciones del ALCA.
El ALCA, impulsado por los Estados Unidos, busca establecer hacia 2005 una zona de libre comercio en todo el continente americano.
Asimismo, el documento reafirma la voluntad de luchar con eficacia contra el terrorismo, el narcotráfico y la corrupción, y de promover la constitución de un mecanismo de solidaridad financiera con la democracia y la gobernabilidad.
La declaración contiene además, una propuesta de creación de un fondo humanitario internacional sin comprometer recursos fiscales de los países en desarrollo.
El consenso destacó el fortalecimiento de la infraestructura regional para construir un bloque bajo el principio del regionalismo abierto y teniendo en cuenta la perspectiva geoeconómica, la sustentabilidad social y ambiental, la eficiencia económica y el desarrollo institucional.
Con ello se aspira a mitigar la pobreza e incorporar a los sectores más vulnerables a los beneficios de la sociedad moderna.
Respecto de una iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional de América del Sur (IIRSA), que surgió en la primera cumbre de Brasilia en 2000, los presidentes resaltaron los progresos en el diseño de proyectos de transporte, energía y telecomunicaciones.
Sobre todo, se dio prioridad a los llamados ejes de integración y desarrollo, entre ellos, un eje multimodal para la conexión vial de los océanos Pacífico y Atlántico a través del Río Amazonas y sus afluentes.
En la cumbre también se enfatizó el papel estratégico de la energía en el desarrollo económico y social, para lo cual se proyecta una integración de la infraestructura energética regional, así como en el mejoramiento de la ciencia y la tecnología, principalmente de la información y la comunicación.
Los jefes de Estado y delegados declararon además zona de paz y cooperación a América del Sur, proscribieron la amenaza y el uso de la fuerza y el emplazamiento, desarrollo, fabricación, posesión, despliegue, tránsito, experimentación y utilización de armas de destrucción masiva, incluyendo las nucleares, químicas, biológicas y tóxicas.
Los representantes sudamericanos establecieron el compromiso de continuar con la aplicación de un régimen gradual de eliminación de minas antipersonales que conduzca en el más breve plazo a su total erradicación.
Asimismo, dispusieron que la III Conferencia Sudamericana de Migraciones, que se realizará en Quito el 15 y 16 de agosto próximo, adopte un plan de acción para proteger los derechos de los migrantes de la región a nivel mundial.
Finalmente, presidentes y delegados de los países de Sudamérica expresaron su apoyo a Argentina, instando a la comunidad financiera internacional a extender el apoyo que esa nación necesita para su reactivación económica, y a Colombia por sus esfuerzos para defender la democracia en medio de una situación de violencia.
En este sentido, los gobernantes "rechazaron las acciones terroristas y las violaciones al derecho internacional humanitario por parte de los grupos al margen de la Ley" en Colombia.
Durante el se suscribieron además otros documentos, como la Declaración Sobre la Zona de Paz Sudamericana, la Carta Andina para los Derechos Humanos y el Eje Multimodal Amazónico, suscrito por Perú, Brasil, Ecuador y Colombia.