GUATEMALA.— Ante la expectativa de todo un país que se paralizó para recibirlo, el papa Juan Pablo II inició el lunes su tercera visita a Guatemala y 18va a Latinoamérica y el Presidente anfitrión Alfonso Portillo lo recibió como "símbolo de reconciliación".
En un brevísimo mensaje, el Pontífice saludó por su parte al "noble pueblo guatemalteco, ansioso de paz y reconciliación".
Es la tercera vez que el Pontífice visita Guatemala. Lo hizo en 1983, en medio de una cruenta guerra interna, y en 1996, cuando dio impulso a un proceso de paz que once meses después terminó con la conflagración que dejó 200.000 muertos y desaparecidos.
Ahora viene a canonizar al Hermano Pedro de Betancur, un laico español que hizo obra social en Guatemala y fundó una orden religiosa con filiales en España y otros países latinoamericanos.
El Pontífice llegó a las 2.55 hora local procedente de Canadá en un avión Airbus A-320 de la aerolínea local TACA y fue recibido en el aeropuerto internacional La Aurora por el presidente Portillo y sus colegas de Centroamérica y la República Dominicana.
Juan Pablo II fue descendido en un ascensor y luego fue conducido en una plataforma móvil hacia la cercana explanada donde lo recibieron las autoridades políticas y eclesiásticas de Guatemala.
El Pontífice, de impecables sotana y solideo blancos, visiblemente agotado, subió con esfuerzo las gradas hacia el sillón blanco con vivos dorados que le reservaron para presidir la ceremonia.
El Papa de 82 años se puso de pie para escuchar el himno nacional guatemalteco entonado por un coro de niños ataviados con ropas de las distintas regiones y etnias del país.
Luego recibió el saludo de Portillo, quien recibió al Santo Padre como "símbolo de la reconciliación de la humanidad".
"Guatemala necesita reconciarse", le dijo Portillo mientras el Pontífice lo escuchaba con la cabeza ladeada y tomándosela por momentos con la mano derecha. "Los guatemaltecos necesitamos reconciliarnos entre nosotros mismos".
"Tenemos que vencer el miedo, desterrar el odio, la envidia y la maledicencia", agregó el presidente guatemalteco, "con víctimas y victimarios reconciliados".
Juan Pablo II saludó en un mensaje sumamente breve al "pueblo guatemalteco, ansioso de paz y reconciliación, tanto en su seno como con los pueblos vecinos y hermanos".
Entre los mandatarios que lo recibieron se encontraba el primer ministro de Belice, Said Musa, quien se reuníó esta noche en una cena con Portillo y sus colegas de la región. Guatemala y Belice tienen un conflicto territorial pendiente.
"Dios os bendiga a todos, especialmente los pobres, los indígenas, los campesinos y los marginados, y sobre todo a cuantos sufren en el cuerpo o en el espíritu", agregó el Pontífice, que en este su viaje número 97 al exterior presidió en Canadá la XVII Jornada Mundial de la Juventud, y que el martes seguirá viaje a México para canonizar al indígena Juan Diego, a quien se le apareció la Virgen de Guadalupe.
Luego de la ceremonia en el aeropuerto, el anciano Pontífice se encaramó en el "papamóvil" y se internó por las calles de Guatemala rumbo a la Nunciatura, donde se disponía a descansar, para canonizar mañana al Hermano Pedro