BUENOS AIRES.- El Presiedente argentino Eduardo Duhalde se jactó el sábado de que el país está dejando atrás la peor crisis económica y social pese a no haber contado con la asistencia de los organismos internacionales de crédito.
"Muchos comentaristas se están dando cuenta que estamos saliendo del infierno solos, con nuestro propio esfuerzo, estamos saliendo de un derrumbe sin ayuda. Muchos no creían en la capacidad de recuperación de Argentina", dijo el mandatario en su habitual programa radial.
Desde hace semanas el gobierno insiste en que la economía, que no crece desde 1998 -lo que dejó a la mitad de la población viviendo en la pobreza-, está comenzando a dar señales de vida.
Los datos en los que se apoya el gobierno son una importante subida en la recaudación de impuestos de julio -que en gran parte creció por el efecto inflacionario que disparó la devaluación del peso de enero- y una mejora en los datos de producción industrial.
"Por supuesto que sigo afirmando que es mucho más fácil, sería muy deseable para ahorrar problemas a mucha gente que tuviéramos la ayuda que estamos solicitando", añadió Duhalde.
El Presidente batalla desde febrero para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) acepte financiar un nuevo programa económico basado en la libre flotación del peso tras más de una década en la que la moneda local estuvo atada al dólar en paridad uno a uno.
Los fondos son necesarios básicamente para no caer en incumplimiento con los propios organismos internacionales, algo que dejaría al país totalmente fuera de la comunidad financiera internacional luego de que en diciembre declaró la cesación de pagos sobre parte de su deuda pública.
La explosiva crisis argentina ya golpeó duramente al país vecino Uruguay, cuya economía depende en gran parte de los capitales argentinos.
El FMI dijo el viernes que este fin de semana podría anunciarse una ayuda para ese país, que desde el martes decretó un feriado bancario para intentar frenar una corrida de depósitos, mientras busca que el Congreso apruebe un plan que congela los ahorros en plazo fijo en bancos estatales.
Brasil también sufre inestabilidad financiera, aunque en gran parte alimentada por la incertidumbre que genera el resultado de las elecciones presidenciales de octubre, en el que los candidatos de izquierda son favoritos en las encuestas.
"Si la Argentina está saliendo sola, también lo podrían hacer los hermanos uruguayos y brasileños, pero hay cuestiones de tiempo. La ayuda internacional aliviaría la cuestión social y creo que lo mejor que podemos hacer nosotros es protegernos, porque nuestras economías están muy vinculadas", dijo Duhalde.
Ladrillos
El Mandatario, que carga con un bajísima popularidad tras haber congelado depósitos bancarios en enero para frenar una masiva fuga de depósitos bancarios y por el pico inflacionario que generó la devaluación del peso aplicada por él, dijo que pondrá en marcha en los próximos días unas 900 obras públicas para ayudar a la reactivación de la economía.
"Va a ser muy importante la reiniciación de todas las obras públicas que habían sido paralizadas (...) en mediados del año pasado. Hay cerca de 900 obras públicas, algunas muy importantes como pasos internacionales, rutas, obras hidráulicas, esto hemos logrado acordar con las cámaras de la construcción (...) para recomenzar las obras", dijo.
Explicó que la proyección inicial indica que en ese plan podrían emplearse unas 450.000 personas.
Tres millones de personas están desempleadas en el país de un total de 14 millones de personas en condiciones de trabajar.