BUENOS AIRES.- El gobierno argentino recortó el gasto del Estado nacional en unos 1.800 millones de pesos (unos 500 millones de dólares) durante el primer semestre del año, según informó el secretario de Hacienda, Jorge Sarghini.
El funcionario aclaró que si se tienen en cuenta todos los compromisos financieros no saldados por la cesación de pagos de la deuda externa declarada en diciembre pasado, la reducción del gasto público fue de 5.430 millones de pesos (unos 1.508 millones de dólares).
En declaraciones al diario "La Nación", el secretario de Hacienda anticipó en tanto que el Tesoro registrará este año un "superávit de 2.500 millones (de pesos), equivalente al 0,8 por ciento del PIB", luego de varios años consecutivos de altos déficits fiscales.
Los principales rubros en que se recortó el gasto fueron las prestaciones de la seguridad social y los consumos del Estado, mientras que sólo crecieron los fondos destinados al programa de subsidios para jefes de hogar desempleados.
Los resultados del Tesoro se lograron también luego del aumento de la recaudación impositiva por parte del fisco, que en julio registró un récord histórico debido a los mayores ingresos por la inflación, entre otros factores.
Sarghini indicó en tanto que las 13 de las 24 provincias que firmaron el pacto fiscal con el gobierno nacional cumplieron con sus pautas de gastos, al tiempo que desde este mes se implementará un plan de financiamiento que les permitirá dejar de emitir bonos pagaré. Actualmente circulan cerca de 16 cuasimonedas diferentes en el país emitidas por las provincias y la nación para cubrir sus gastos.
El funcionario se mostró por otra parte confiado en que, gracias a estos resultados, la Argentina pueda arribar a un acuerdo de asistencia financiera con el Fondo Monetario Internacional (FMI) antes de septiembre próximo.
Ese mes el país deberá pagar al organismo unos 2.780 millones de dólares en concepto del vencimiento de capital de la deuda para evitar entrar en "default" con las entidades multilaterales, que habían quedado exceptuadas de la cesación de pagos de la deuda externa.
En los últimos años el aumento incesante del déficit fiscal fue uno de los puntos más criticados por el FMI de la política económica argentina.
