La Oficina Federal de Investigación (FBI) estadounidense ha descubierto a más de siete mil pederastas británicos a raíz de la investigación de dos portales de pornografía infantil en internet, según publica hoy The Sunday Telegraph.
El FBI -afirma el dominical- ha entregado a la policía británica datos de siete mil 272 británicos que usaron sus tarjetas de crédito para acceder a fotografías de menores, incluidos bebés de tan sólo unos meses de edad, que eran inducidos a practicar actos sexuales con adultos.
Las dos páginas de internet fueron interceptadas por agentes de la oficina norteamericana y sus propietarios han sido detenidos, al tiempo que se les han requisado diversas bases de datos. Los pederastas se suscribieron a las dos páginas entre mayo de 1999 y septiembre del pasado año, de forma que cada usuario aportaba una dirección de correo electrónico y su número de tarjeta de crédito a cambio de una clave de acceso a las fotografías.
El Servicio Nacional de Inteligencia Criminal británico ya aprovechó la información del FBI para detener a 36 personas sospechosas en una amplia operación anti-pederastia desarrollada el pasado mayo en el Reino Unido.
Las redadas contra los pederastas descubiertos por la policía estadounidense, que al parecer son todos hombres y podrían ser condenados a penas de hasta cinco años de cárcel, continuarán en los próximos meses, apunta el diario.
El superintendente de la Unidad Nacional del Crimen, que coordinó la intervención policial de mayo, Peter Spindler, comentó que ese dispositivo fue el primero en el que se actuó contra "personas que usan internet para comprar imágenes de niños abusados sexualmente".
"Continuaremos estas operaciones para proteger a los niños y demostrar a los pederastas que las fuerzas que velan por el cumplimiento de la ley les encontrarán, sea cual sea el portal de internet que utilicen", explicó Spindler al periódico. Sin embargo, la subcomisaria de la Policía Metropolitana, Carole Howlet, se mostró más pesimista al señalar que "todavía hay mucho trabajo por hacer" para desmontar las redes de pederastas que se articulan por internet.
"No hay prioridad más importante -subrayó Howlett- que la protección de los menores. Esto debería convertirse en una prioridad del Gobierno y de cualquier estrategia policial en este país".