WASHINGTON.- Los principales líderes del Senado afirmaron hoy, domingo, que se oponen a que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) someta a los legisladores a pruebas con detectores de mentiras, como parte de su investigación sobre los atentados del 11 de septiembre del año pasado.
Tanto el líder de la mayoría demócrata del Senado, Tom Daschle, como el de la minoría republicana, Trent Lott, consideraron que esas pruebas violan la separación de los poderes legislativo y judicial que estipula la Constitución.
"Es una mala idea ...y no creo que tenga mucho apoyo", comentó Daschle en un programa dominical de la cadena de televisión ABC.
El FBI investiga la procedencia de filtraciones a la cadena de cable CNN sobre informes en árabe, que hacían referencia a un ataque inminente en EEUU y que fueron interceptados por la Agencia de Seguridad Nacional un día antes de los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono. Los informes no fueron traducidos al inglés sino hasta el 12 de septiembre.
"Me parece que lo que tienen que hacer los miembros del Congreso es quedarse callados cuando se trate de información secreta", dijo Lott en el mismo programa.
La investigación del FBI fue solicitada por los comités de Inteligencia de ambas cámaras del Congreso, preocupados por las filtraciones a la prensa sobre las pistas obtenidas por el Gobierno en torno a los atentados.
Varios legisladores han indicado su oposición a las pruebas porque, aunque según el FBI son de carácter "voluntario", violan la separación de poderes y, por sí solas, no son un instrumento fiable para las investigaciones.
La Casa Blanca considera que las filtraciones a la prensa minan la seguridad nacional y ponen en riesgo las investigaciones en curso sobre los atentados terroristas del año pasado.