WASHINGTON.- La administración Clinton, en sus últimas semanas, advirtió a sus sucesores sobre el peligro que presentaba Al Qaeda, pero la lucha contra el terrorismo se demoró con la transición, afirma hoy la revista "Time".
En un extenso artículo sobre los antecedentes de los ataques terroristas del 11 de septiembre pasado, Time sostuvo que, desde esos atentados que dejaron miles de muertos y heridos, la administración Bush "ha estado haciendo todo lo que se le dijo que hiciera" cuando se instaló en Washington.
La revista cita a Sandy Berger, el consejero de seguridad nacional del presidente Bill Clinton, quien dijo que había comunicado a su sucesora Condoleezza Rice la información que Estados Unidos tenía sobre Osama bin Laden, y las recomendaciones de acción contra Al Qaeda.
Los planes elaborados por los servicios de seguridad y el Pentágono comprendían ataques directos contra bin Laden y Al Qaeda, y el apoyo a la Alianza del Norte, una confederación de milicias que combatía contra el régimen Talibán de Afganistán.
Esos planes, según la revista "fueron transmitidos a la administración Bush en enero de 2001, pero quedaron atascados en el proceso de revisión que emprendió el nuevo equipo gubernamental y que llegó a una decisión recién a comienzos de septiembre".
El plan principal comprendía un ataque directo contra bin Laden y los campos de Al Qaeda en Afganistán, junto con el respaldo a las milicias afganas adversas a los talibanes, el ataque a los mecanismos de financiación del terrorismo internacional, y el respaldo a países como las Filipinas o Yemen que se enfrentaban a actividades terroristas supuestamente vinculadas a Al Qaeda.
La razón principal por la cual la administración del Presidente Bill Clinton no emprendió, a fines de 2000, las acciones que recomendaban sus expertos militares y de inteligencia, fue que emprenderlas implicaría una guerra y no se creyó conveniente darle ese escenario a un gobierno que iba a estrenarse.
Berger, según "Time", propuso que se enviara a Afganistán contingentes de las fuerzas especiales de EE.UU. que buscarían y "eliminarían" a bin Laden y la cúpula de Al Qaeda.
"Time" dice que Rice no quiso comentar lo afirmado por Berger, y que "funcionarios de la administración Bush" negaron que se les hubiese entregado un plan formal.
El jefe del grupo multi agencias en la lucha contra el terrorismo durante la administración Clinton, Richard Clarke, quien ha seguido en el puesto con la administración Bush, explicó que el nuevo equipo de gobierno hizo su propio proceso de análisis y evaluación de las amenazas.
"Time" sostiene que el conocimiento detallado de la amenaza que presentaba para EE.UU. el terrorismo fomentado por Al Qaeda, y los planes para eliminar esa amenaza, probablemente no hubieran impedido los ataques del 11 de septiembre con aviones en Nueva York, Pensilvania y Virginia.
Los terroristas que según las autoridades estadounidenses tomaron el control de cuatro aviones y los condujeron en ataques suicidas, habían pasado meses radicados en Estados Unidos, recibiendo instrucción como pilotos y con su financiación propia, mientras que los planes de la administración comprendían ataques a Al Qaeda fuera de EE.UU..
También es posible, añade "Time", "que una campaña agresiva contra la red terrorista mundial hubiera afrontado el reclutamiento de militantes que iban a los campos de Al Qaeda, y hubiera trastornado la redes de financiación y el apoyo logístico necesarios para los ataques de septiembre".