SYDNEY.- Un equipo de científicos australianos ha propuesto que la velocidad de la luz quizás no sea constante, una idea revolucionaria que podría destronar una de las leyes de la física moderna más apreciada: la teoría de la relatividad de Einstein.
El equipo, liderado por el físico teórico Paul Davies, de la Universidad Macquarie de Sydney, dijo que es posible que la velocidad de la luz se haya desacelerado más de miles de millones de años.
De ser así, los físicos tendrán que repensar muchas de sus ideas básicas acerca de las leyes del universo.
"Eso significa dar de baja a la teoría de la relatividad y la E=mc al cuadrado y toda esa cosa", dijo Davies a Reuters.
"Pero por supuesto, no significa que echemos los libros al cesto de la basura, porque está en la naturaleza de la revolución científica el que las viejas teorías se incorporen en las nuevas".
Davies y los astrofísicos Tamara Davis y Charles Lineweaver de la Universidad de Nueva Gales del Sur publicaron la propuesta en la edición del 8 de agosto del periódico científico Nature.
La sugerencia de que la velocidad de la luz pueda cambiar se basa en los datos recogidos por un astrónomo de la Universidad de Nueva Gales del Sur, John Webb, quien planteó un enigma cuando halló que la luz de un cuásar lejano, objeto similar a una estrella, había absorbido un tipo incorrecto de fotones de nubes interestelares en su viaje de 12.000 millones de años a la Tierra.
Davies dijo que, fundamentalmente, las observaciones de Webb significaban que la estructura de los átomos de la luz que emiten los cuásar era ligera, pero aun así, significativamente diferente a la estructura de los átomos de los humanos.
La discrepancia podra explicarse solamente si la carga electrónica o la velocidad de la luz hubiesen cambiado.
Problemas de cualquier forma
"Pero dos de las apreciadas leyes del universo son la ley de que la carga de electrones no cambiará y que la velocidad de la luz no cambia, por lo que, por donde se vea, estamos en problemas", dijo Davies.
Para establecer cual de las dos constantes no serían constantes después de todo, el equipo de Davies recurrió al estudio de los agujeros negros, los misteriosos cuerpos astronómicos que "chupan" estrellas y galaxias.
También aplicaron otro dogma de física, la segunda ley de termodinámica, que Davies resume como "no se puede obtener algo por nada".
Después de considerar que un cambio en la carga electrónica en el tiempo violaría la sacrosanta segunda ley de termodinámica, los científicos concluyeron que sólo la opción era desafiar la constancia de la velocidad de la luz.
Se necesitan hacer más estudios de la luz de cuásar para validar las observaciones de Webb, y para respaldar la propuesta de que la velocidad de la luz puede variar, una idea que Davies destaca representa sólo la primera grieta en la armadura de la teoría de la relatividad.
En tanto, las implicaciones son tan poco claras como las profundidades no exploradas del propio Universo.
"Cuando uno de los principios básicos de la física colapsa, no es obvio que se puede quedar y que se puede descartar", dijo Davies.
"Si lo que estamos viendo es el principio de un cambio de paradigmas en física como pasó hace 100 años con la teoría de la relatividad y la teoría cuántica, es muy difícil saber qué tipo de razonamiento emplear", agregó.
Podría ser que los posibles cambios en la velocidad de la luz solo sean importantes en los estudios de las estructuras a gran escala del Universo, sus orígenes y la evolución.
Por ejemplo, la variación en la velocidad de la luz podría explicar el por qué dos partes lejanas y casualmente no conectadas del Universo pueden ser tan similares incluso si, según los pensamientos convencionales, no ha habido suficiente tiempo para que la luz u otras fuerzas pasen entre ellas.
Solo podría tener importancia cuando los científicos estén estudiando los efectos sobre miles de millones de años o miles de millones de años luz.
O existirían implicaciones sorprendentes de que podría cambiar no solo la manera cómo los cosmólogos ven al Universo, sino también su potencial para la explotación humana.
"Por ejemplo, existe una ley apreciada que dice que nada puede ir más rápido que la luz, y eso proviene de la teoría de la relatividad", dijo Davies.
La velocidad de la luz aceptada es 300.000 kilómetros por segundo.