MOSCU.- Rusia recordó hoy a las víctimas de la tragedia del submarino atómico "Kursk" que hace dos años, tras una serie de explosiones a bordo, se hundió en el mar de Barents provocando la muerte de sus 118 ocupantes.
En Vidyayevo, el astillero de origen del sumergible, los familiares de las víctimas colocaron 118 velas, mientras que, en Moscú, la Marina dedicó un monumento al "Kursk".
El submarino de 154 metros de envergadura, el más moderno de la Marina rusa, naufragó durante unas maniobras sin que dieran resultado los intentos de rescate llevados a cabo por expertos rusos.
Según fuentes oficiales rusas, la catástrofe fue provocada por un torpedo defectuoso que el "Kursk" llevaba en su arsenal. La prensa local criticó el proceder de las autoridades en torno a las investigaciones y señaló que éstas fueron obstruidas como en tiempos de la Unión Soviética.
Aunque mientras duraron las investigaciones hubo varios indicios que apuntaban a negligencia por parte de altos oficiales militares, no se ha presentado ninguna demanda judicial contra ningún responsable.
"Como antes, no se nos ha permitido conocer las verdaderas razones de la catástrofe militar", escribió hoy incluso el diario gubernamental "Rossiyskaya Gaseta". "Sólo tenemos derecho a depositar flores sobre los monumentos a las víctimas", agregó.
También formuló críticas el diario "Isvestiya": "Acerca de la causa del accidente hay más preguntas que respuestas".
Originalmente, la comisión oficial de investigación afirmaba que un submarino extranjero había colisionado contra el "Kursk" provocando su hundimiento. Sin embargo, corrigió esta teoría más tarde.
Hace 14 días, el presidente, Vladimir Putin, calificó el informe oficial sobre las investigaciones de "profundo y objetivo sin precedentes".
El casco del "Kursk" fue sacado a la superficie el pasado octubre y desguazado en las inmediaciones de Murmansk. Equipos de expertos recuperaron la mayoría de los cadáveres, que fueron posteriormente enterrados.
