TRUJILLO, Honduras.- La Iglesia Católica conmemoró en esta ciudad atlántica de Honduras el 500 aniversario de la primera misa celebrada en tierra firme del continente americano.
La ceremonia, realizada al aire libre en la playa, la ofició el arzobispo de Santo Domingo y primado de América, cardenal Nicolás López, en representación del Vaticano.
"Esta es una hermosa celebración en que el Papa (Juan Pablo II) muestra su admiración y satisfacción por la fe sostenida de nuestros pueblos de América Latina, a pesar de nuestras dificultades inocultables en el campo social, político y económico -y aún internas en la propia Iglesia- y no ha dudado en proclamar al mundo que somos el continente de la esperanza o de los grandes desafíos", dijo López en la homilía.
"El Papa está interesado en los pobres de esta tierra, los más necesitados y marginados, que son objeto de su mayor atención y para los que quiere y pide un futuro digno, especialmente los indígenas de Honduras", añadió.
La virgen de Suyapa, patrona católica de Honduras, estuvo en el altar de la misa en Trujillo, donde en 1502 celebró la primera misa en tierra firme el español fray Alejandro, de la orden de los Mercedarios, durante el cuarto y último viaje del almirante Cristóbal Colón, que permaneció en su camarote por estar enfermo. Lo representó su hermano Bartolomé.
Sin embargo, la primera misa en América fue oficiada con la presencia de Colón el 6 de enero de 1494 en Puerto Plata, en la República Dominicana.
Dirigiéndose a más de 1.000 indígenas que participaron en la misa, López afirmó: "Ustedes son amados especialmente por Dios, que está en los cielos, y por Cristo, nuestro salvador".
"El Papa admira, defiende y hace propios los intereses de la etnia surgida aquí en los albores del Siglo XVI (...) y aprecia su identidad y reclama que sean reconocidos por todos, principalmente por los que detentan el poder público", añadió.
Unos 600.000 de los 6,7 millones de hondureños pertenecen a los siete grupos indígenas. Ellos viven en la pobreza.
En la misa participaron el cardenal hondureño Oscar Andrés Rodríguez y unos 60 obispos de Estados Unidos, Canadá, Panamá, España y Perú.
Rodríguez dijo que "esta misa constituye una nueva evangelización en América (...) y es una celebración fraternal en donde Dios está presente".
La misa fue transmitida a más de 70 millones de personas por dos canales católicos de televisión, uno de Roma y otro de Miami, y Radio Vaticano.
Un descendiente del navegante, el también almirante Cristóbal Colón de Carvajal, duque de Veragua, fue un invitado de honor en la liturgia.
A la cita asistieron los presidentes de Honduras, Ricardo Maduro, y de El Salvador, Francisco Flores. Además, los vicepresidentes de Nicaragua, José Rizo, y de Costa Rica Lineth Saborío.
