BOGOTA.- El Presidente de Colombia, Alvaro Uribe, ofreció el jueves apoyo a las fuerzas armadas, pero les pidió trabajar sin descanso, respetando los derechos humanos, en la lucha contra los grupos armados ilegales responsables de una guerra interna de casi cuatro décadas.
"Asumí un compromiso solemne: ser el primer soldado de la patria. Compartiré con ustedes el día a día de la difícil brega para recuperar la seguridad y el orden, que es el valor fundante de las libertades", afirmó en tono enérgico.
En su primer discurso ante la cúpula de las Fuerzas Militares y de Policía tras asumir la semana pasada, Uribe les recordó que todas sus acciones deben enmarcarse dentro del respeto a los derechos humanos, la eficiencia, la austeridad, la coordinación, la legalidad y la cooperación.
"Nuestros compatriotas han aceptado con una voluntad sin antecedentes, pagar un impuesto de un punto del Producto Interno Bruto, 2 billones de pesos (unos 758 millones de dólares actuales) para apoyar a la Fuerza Pública", dijo el Mandatario en un acto en la Escuela Militar de Bogotá.
"Ahora corresponde a ustedes soldados y policías de mi patria, trabajar para dar resultados", agregó el mandatario, un abogado de 50 años disidente del Partido Liberal.
Uribe, quien ha prometido detener la violencia en el país, enfrentó una escalada de ataques guerrilleros cuando asumió el miércoles de la semana pasada, cuando atentados explosivos en Bogotá dejaron 17 muertos.
El lunes el gobierno decretó el estado de "conmoción interior", con base en el cual creó un impuesto que deberán pagar los más ricos de este país sudamericano de más de 40 millones de habitantes, para fortalecer las fuerzas armadas.
"No perdamos un solo minuto
Uribe se propone duplicar a 100.000 los soldados profesionales, a 200.000 los policías y aumentar el gasto militar en 1.000 millones de dólares anuales, desde los actuales 3.100 millones.
El refuerzo de efectivos y presupuesto se inscribe dentro de una estrategia para enfrentar a los grupos guerrilleros de izquierda y los paramilitares de ultraderecha, que azotan al país con atentados, secuestros y choques con las fuerzas de seguridad.
El presidente también se propone conformar una red de un millón de civiles que apoyen con información a las fuerzas armadas, lo que ha despertado temores de que se presenten abusos y violaciones a los derechos humanos.
Las Fuerzas Militares de Colombia, son acusadas por organizaciones como Amnistía Internacional de tener un largo historial de violaciones a los derechos humanos y de apoyar a los grupos paramilitares que combaten a la guerrilla.
La confrontación que sacude a Colombia desde hace 38 años dejó unos 40.000 muertos, la mayoría civiles, en la última década, y dos millones de desplazados.
"Ustedes honrarán el buen nombre de la patria con la observancia rigurosa de los derechos humanos. Sin estos puede haber apaciguamiento, pero nunca habrá reconciliación. La acusación justa será sancionada sin vacilación", advirtió Uribe el jueves.
El Mandatario dijo que pese al estado de excepción su gobierno no se propone afectar las libertades ni las garantías ciudadanas, al tiempo que pidió a todos los colombianos colaborar con las fuerzas militares y de policía en la lucha contra los violentos.
"Los tiempos de los gobiernos son muy cortos y los de la delincuencia largos y azarosos. Entonces empecemos ya y no perdamos un solo minuto", concluyó Uribe en la ceremonia, en la que fue aplaudido en varias ocasiones.