BAGDAD.- Irak mantiene la puerta abierta al diálogo con la ONU tras su nueva oferta sobre el retorno de los expertos en desarme internacionales, mientras sigue preparándose para lo peor si Estados Unidos decide atacar el país para derrocar al régimen de Saddam Hussein.
El Gobierno iraquí, que no ha cambiado el tono desafiante respecto a las amenazas de Washington, ha reiterado a Naciones Unidas que no se opone al retorno de los inspectores, pero dentro de un "acuerdo global" que permita el levantamiento de las sanciones que pesan sobre el país desde 1990.
Los medios de comunicación iraquíes, todos controlados por el Gobierno, apoyan hoy la postura de Bagdad y califican nuevamente de "mentira" las acusaciones de EE.UU. de que Irak desarrolla armamento de destrucción masiva.
Tanto los responsables como la prensa iraquíes han advertido reiteradamente que, de todos modos, "Irak estará preparado para defenderse" en caso de un ataque norteamericano, y hoy mismo el periódico "Babel" recuerda, en tono amenazante, que "EE.UU. puede ser objetivo de un ataque".
"¿El (Bush) cree que los demás pueden ser objetivo de sus armas modernas, y se olvida de que su propio país puede ser también un objetivo fácil, como ha ocurrido el 11 de septiembre?", se pregunta "Babel", cuyo director es Uday Husein, hijo mayor del presidente iraquí.
El Presidente de EE.UU., George W. Bush, reiteró el viernes sus criticas al régimen de Bagdad, al que acusó de ser un problema para sus vecinos, y aseguró que su decisión respecto a una acción bélica contra Irak la adoptará en base a los más recientes informes de los servicios de espionaje.
Irak, en un intento de evitar un eventual ataque estadounidense, renovó el viernes su oferta de celebrar más discusiones con la ONU sobre todos los problemas pendientes, antes de permitir el retorno de los inspectores, y aseguró que no quiere que sus relaciones con la organización internacional vuelva al "campo de minas del pasado".
En una carta al secretario general de la ONU, Kofi Annan, el ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Naji Sabri al Hadizi, pidió, entre otras cosas, que se fije una fecha para acabar con el embargo, y que terminen tanto las amenazas contra el país como los ataques aéreos de EE.UU. y el Reino Unido.
Aludía a las zonas de "exclusión aérea" impuestas por esos dos países occidentales desde principios de la década pasada en el norte y el sur de Irak, donde cazabombarderos de EE.UU. y el Reino Unido atacan a menudo objetivos iraquíes.
En opinión de varios comentaristas en la zona, la oferta de Hadizi "no muestra que Irak ha cambiado su posición respecto al retorno de los inspectores, pero indica que Bagdad sigue intentando solucionar su crisis con la ONU mediante el diálogo".
"Con está postura Irak intenta conseguir más apoyo mundial a la necesidad de evitar una solución bélica a la crisis, y se empeña en que sus problemas con la ONU como una organización internacional son diferentes de los que mantiene con EE.UU. como estado", dijo a EFE un diplomático árabe en Bagdad que pidió no ser identificado.
Bush y varios de sus principales colaboradores han manifestado que están decididos a atacar Irak para derrocar al régimen de Saddam Hussein, al que acusan de ser una "amenaza", de desarrollar armamento de destrucción masiva y de formar un "eje del mal", junto a Irán y Corea del Norte.
Irak, por su parte, insiste en que ya ha eliminado su armamento no convencional, y acusa a varios de los inspectores de la ONU que trabajaban en el país entre 1991 y 1998, incluido el que era jefe de la comisión de la ONU para el desarme "UNSCOM", Richard Butler, de espiar para EE.UU. e Israel.
En su mensaje a Annan, Hadizi criticó al nuevo jefe de los inspectores de la ONU, Hans Blix, por no haber dado una respuesta positiva a una invitación que le dirigió en julio pasado para visitar Bagdad y mantener "conversaciones técnicas" sobre su misión.
La carta de Hadizi es respuesta a una similar de Annan en la que éste instaba a Bagdad a que permitiese el retorno de los inspectores como condición para aceptar la invitación de Irak a Blix.