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El Papa confía en la misericordia para resolver los conflictos mundiales

Al consagrar una nueva basílica de la Divina Misericordia, en Lagiewniki, en las afueras de Cracovia, donde trabajó como obrero durante la ocupación nazi, el Sumo Pontífice, de 82 años, afirmó que el mundo necesita hoy la misericordia de Dios para poner remedio a sus males.

17 de Agosto de 2002 | 13:51 | AFP
CRACOVIA, Polonia.- El papa Juan Pablo II invocó este sábado la misericordia divina para resolver los conflictos del mundo, en el segundo día de su octava visita a Polonia, su país natal.

Al consagrar una nueva basílica de la Divina Misericordia, en Lagiewniki, en las afueras de Cracovia, donde trabajó como obrero durante la ocupación nazi, el Sumo Pontífice, de 82 años, afirmó que el mundo necesita hoy la misericordia de Dios para poner remedio a sus males.

"La invocación de la divina misericordia parece elevarse en todos los continentes, allí donde el sufrimiento humano es más profundo", dijo durante la homilía masiva en la que podría ser su última visita al país que le vio nacer.

La misa tenía lugar en honor de la hermana Faustine Kowalska, la primera santa polaca que fue canonizada por Juan Pablo II hace dos años.

El Papa rememoró su juventud en ese lugar, cuando trabajaba en las fábricas químicas bajo la ocupación nazi y luego durante el régimen comunista de la postguerra.

"¿Quién podría imaginar que aquel hombre con sus zapatos de madera un día consagraría la basílica de la Divina Misericordia?", se preguntó.

Unos 20.000 fieles aclamaron al Sumo Pontífice durante la ceremonia, centrada en los temas de la misericordia y del perdón, en la que hizo un apasionado llamamiento al fin de las guerras en el mundo.

El Papa manifestó especial preocupación por el conflicto israelo-palestino.

"Allí donde el odio y la sed de venganza dominan, allí donde la guerra siembra dolor y muerte de inocentes, la gracia de la misericordia divina es esperada para apaciguar los espíritus y los corazones y para alcanzar la paz", manifestó.

El Papa parecía contento de estar de vuelta en Cracovia, donde fue arzobispo antes de ponerse a la cabeza de la Iglesia Católica en 1978.

Pese a su aspecto cansado y enfermizo a causa del Parkinson y la artitris que padece, su entorno afirmó que estaba relativamente en buena forma.

El ex presidente polaco Lech Walesa, ex dirigente del sindicato Solidaridad, aseguró a la AFP tras su audiencia con el Papa, que estaba "en buena forma física y psicológica a pesar de sus dificultades y desgracias".

El Papa visitará el domingo las tumbas de sus padres y concelebrará una misa masiva en la catedral en la que ofició su primera homilía como sacerdote en noviembre de 1946.

Cientos de miles de polacos salieron a la calle para celebrar la venida del Papa y más de dos millones acudirán a la misa al aire libre del domingo.

El Papa envió un mensaje de esperanza a los polacos, que todavía atraviesan dificultades económicas derivadas del paso del comunismo al capitalismo, con un nivel de desempleo de más del 20%, y manifestó su convicción de que el país saldrá adelante.

Este viaje es el número 98 del Papa, que en su vigésimotercer año de pontificado ya visitó Azerbaiyán, Bulgaria, Canadá, Guatemala y México.