CRACOVIA, Polonia.- El Papa Juan Pablo II dirigió este domingo un mensaje enérgico a los millones de fieles que asistieron a una misa al aire libre en Cracovia, advirtiendo sobre los peligros que entrañan "las nuevas perspectivas de desarrollo", además de beatificar a cuatro polacos.
Juan Pablo II continuó este domingo el camino de regreso a su pasado en Cracovia, ciudad del sur de Polonia donde pasó la mayor parte de su vida y donde celebró una misa seguida con extraordinaria emoción por más de dos millones de fieles.
En ese marco, el Papa advirtió a la humanidad sobre "peligros no conocidos hasta el momento" que el tercer milenio parece a anunciar junto a las "nuevas perspectivas de desarrollo", durante la homilía de su misa más grande en el país natal del Sumo Pontífice.
"De muy buen humor", según el portavoz del Vaticano, el anciano Papa, de 82 años y debilitado por la enfermedad, exhortó a los polacos a defender la libertad nacional que lleva la marca de Cristo.
El Papa manifestó su contrariedad a lo que calificó como "la propaganda brutal del liberalismo, de libertad sin verdad y sin responsabilidad que se instensifica, según dijo, en "nuestro país".
Asimismo, el Santo Padre insistió en los valores de la familia y condenó nuevamente la eutanasia, refiriéndose a aquellos "procedimientos del hombre que pretenden decidir, gracias a manipulaciones genéticas, la vida del hombre y fijar los límites de la muerte".
Al final de la Eucaristía, el Papa mantuvo un corto intercambio de palabras con la multitud que le dijo: "Quédate con nosotros, quédate", a lo que el Sumo Pontífice respondió en tono gracioso diciendo "¿Intentan convencerme para que deserte de Roma?", refiriéndose a los rumores -desmentidos- sobre un anuncio de su renuncia en ocasión de su viaje a Polonia.
Juan Pablo II recordó, en ocasión de este misa, un largo paseo de media hora entre la multitud, circulando en el papamóvil entre sus viejos y nuevos fieles de Cracovia, donde había sido arzobispo antes de convertirse en Papa.
Desde la llegada del Papa a su tierra natal el viernes pasado, Juan Pablo II se encargó gustoso de hacer referencias públicas a su vida, como por ejemplo a "sus 23 años de más", desde su elección a la Santa Sede de Roma en 1978.
Asimismo, el Santo Padre eligió recorrer y consagrar los lugares directamente vinculados con los 40 años en que vivió en Cracovia.
Tras la misa del domingo, el Papa se reunió con amigos de Wadowice, su ciudad natal. Luego, se dirigió a la catedral del castillo real de Wawel, en Cracovia, donde fue ordenado sacerdote el 1 de noviembre de 1946.
Entre los lugares de Polonia vinculados a su vida, se encuentra el santuario de Santa Faustina en las afueras de Lagiewniki, donde el joven Karol Wojtyla rezaba todos los días cuando iba a trabajar a las viejas usinas químicas Solvay, en plena Segunda Guerra mundial.
Durante sus recorridos por Cracovia a bordo del papamóvil, Juan Pablo II se detuvo el sábado ante la casa en la que había vivido desde 1938 hasta 1944, y ante la iglesia de San Estanislao, donde había rezado por su vocación.
El lunes, el Papa se dirigirá a Kalwaria Zebrzydowska, un importante lugar de culto a la Virgen María en Polonia, que había conocido gracias a su padre y al que solía ir cuando era un simple sacerdote.