CRAWFORD, EE.UU.- El Presidente George W. Bush y sus principales asesores en materia de seguridad nacional discutieron sobre la transformación de las fuerzas armadas, en una reunión que según el mandatario dejó de lado la cuestión de un eventual ataque estadounidense para derrocar al gobierno iraquí.
"El tema no surgió en la reunión", dijo Bush a los periodistas, acompañado por el secretario de Defensa Donald Rumsfeld. "Tomamos seriamente todas las amenazas y continuaremos consultando a nuestros amigos y aliados".
"El pueblo estadounidense conoce mi posición, que es que un cambio de régimen (en Irak) sería en interés del mundo. Cómo lo logremos es un tema de consulta y deliberación", agregó el presidente.
"Consideraremos todas las opciones y tecnologías disponibles, así como la diplomacia e inteligencia", señaló Bush.
Por su parte, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, aseguró ante la prensa que Bush no tomó todavía una decisión sobre un eventual ataque a Irak, pero "lo está considerando", declaró este miércoles.
El vicePresidente Dick Cheney, el jefe de Staff de la Casa Blanca Andy Card, la consejera de Seguridad National Condoleezza Rice, el general de la Fuerza Aérea general Richard Myers, Presidente de estado mayor conjunto y el teniente general de la Fuerza Aérea Ronald Kadish, director de la oficina de defensa antimisiles del Pentágono, también participan en la reunión.
Bush quiere discutir los acontecimientos más importantes desde la precedente reunión realizada en 200, especialmente los ataques suicida del 11 de septiembre, la consecuente "guerra al terrorismo", comenzando con la campaña en Afganistán y las nuevas posibilidades que se le abren de desplegar defensas antimisiles luego de denunciar el Tratado ABM de 1972, había anunciado el portavoz Ari Fleischer el martes.
Preguntado sobre el plazo estimado para que Estados Unidos pueda desplegar una defensa antimisiles, Rumsfeld dijo evasivamente que ese lapso no será "conocido" hasta que Washington avance en investigación y pruebas hacia la fase de desarrollo.
"En la medida que continuemos avanzando y pongamos las cosas en su lugar, éstas evolucionarán en un cierto período", dijo el secretario de Defensa, describiendo un programa de pruebas en "secciones" o fases, en el que se buscará detener los misiles enemigos en distintas etapas de su vuelo.
"Estamos ensayando un programa por secciones, que implica una fase terminal, curso medio y fase de lanzamiento. Es un programa que estará seccionado", dijo.
Las conversaciones tuvieron lugar en la propiedad de 850 hectáreas de Bush sobre cómo incorporar la experiencia lograda en planes de largo plazo para modernizar a las fuerzas armadas estadounidenses, y evaluar el costo financiero de ese objetivo.
Al presentar la cumbre, Fleischer relativizó la importancia de los llamados a la cautela en relación a Irak provenientes de colegas republicanos del mandatario, incluido su propio padre, el ex Presidente George Bush.
"Estamos presenciando un saludable debate a través de Estados Unidos sobre la mejor manera de lograr un cambio de régimen" en Irak, dijo Fleischer, enfatizando que existe consenso en que Saddam Hussein debe partir.
El portavoz también insistió en que Bush -quien reiteradamente afirmó que no tiene planes de acción "sobre (su) escritorio"- todavía no decidió cómo o cuán rapidamente proceder.
En Irak, el vice Primer ministro Tareq Aziz dijo que su país toma las amenazas estadounidenses muy seriamente. Los iraquíes defenderán su país "con coraje y perseverancia", advirtió.
Por su parte, el estadounidense Wesley Clark, ex comandante de las fuerzas de la OTAN en Europa, dijo a la radio británica BBC que existe entre 65 y 70% de posibilidades de que Estados Unidos ataque a Irak el año próximo.