LONDRES.- El café y el chocolate podrían formar la base de nuevos fármacos para combatir el cáncer, la cardiopatía y las enfermedades inflamatorias, dijeron el miércoles científicos británicos.
Científicos del Colegio Universitario de Londres hallaron que la cafeína y una molécula relacionada con esta sustancia, llamada teofilina, pueden bloquear una enzima que es crucial para el crecimiento celular.
El chocolate y el café contienen teofilina y cafeína.
Esto significa que algún día se podrían usar formas modificadas de cafeína para detener el crecimiento desmedido de las células del cáncer, así como para evitar los coágulos sanguíneos que causan los ataques cardíacos y las embolias cerebrales.
"Además de los posibles progresos en el tratamiento del cáncer, esta investigación indica que se podrían usar fármacos de tipo cafeina para tratar la cardiopatía y las enfermedades inflamatorias", dijeron en un comunicado Peter Shepherd y sus colegas.
Sin embargo, los científicos aclararon que el chocolate y el café por sí mismos no eran curas para el cáncer, y advirtieron contra el consumo excesivo de cafeina.
"El mensaje para el público general no es que se sobredosifique con chocolate y café. La cafeína tiene efectos colaterales bien conocidos que la hacen (una sustancia) inadecuada para el uso farmacológico", explicó Shepherd.
Los investigadores usaron células de insectos sometidas a ingeniería genética para que produjeran una enzima, llamada p110 delta, que es crucial para el crecimiento celular.
Su estudio, publicado en la revista Biological Chemistry, señaló que la cafeína y la teofilina bloqueaban la función de la enzima.
La P110 delta se halla principalmente en los glóbulos blancos, o leucocitos, por lo que podría ser particularmente útil en el tratamiento de varios tipos de cáncer, como la leucemia, y para inhibir a los leucocitos que causan la inflamación, explicó Shepherd a Reuters.
La teofilina se ha usado por años como un fármaco contra el asma, pero nadie sabía realmente como funcionaba, dijo.
La enzima es uno de un grupo de moléculas, conocidas como PI 3-cinasas, que se ha convertido en un centro de interés para las grandes compañías farmacéuticas.
"Muchas compañías farmacéuticas en el mundo están buscando inhibidores de estas moléculas", dijo Shepherd. "Está es una molécula que ha estado delante de nuestras narices todo el tiempo".
Una compañía australiana, llamada Kinacia, ha comenzado estudios humanos con una molécula que bloquea otra enzima en la familia de las PI 3-cinasas.
Los investigadores esperan desarrollar medicamentos anticoagulantes sin los efectos colaterales de fármacos como la aspirina.
Shaun Jackson, fundador y científico principal de Kinacia, dijo que los nuevos hallazgos podrían acelerar el desarrollo de bloqueadores de la PI 3-cinasa.
Lo que el estudio nos indica "es que podemos modificar la estructura de la cafeína y contar con inhibidores más potentes que podrían finalmente convertirse en nuevos tratamientos. En ese aspecto, es emocionante", concluyó.