BUENOS AIRES.- El Presidente argentino Eduardo Duhalde decidió cancelar todos los viajes al exterior que tenía previstos realizar en las próximas semanas, informó hoy una fuente de la presidencia.
Aunque el portavoz señaló que el Mandatario alegó razones de austeridad, fuentes extraoficiales indican que la decisión fue tomada luego de dos fallos judiciales que complican el escenario electoral y las negociaciones que el Gobierno mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Duhalde canceló todos los viajes programados", dijo a la AP la fuente de la presidencia que prefirió el anonimato.
"La visita de Estado a Chile se postergó. A la Cumbre de Medio Desarrollo Sustentable (que se realizará en Johannesburgo) va a ir (el presidente del Senado Juan Carlos) Maqueda, en tanto que a la Cumbre de las Naciones Unidas (Duhalde) tampoco va a ir porque la posición de Argentina ya fue explicitada en la Cumbre de Monterrey", agregó.
Duhalde también suspendió su asistencia al homenaje que se realizará en Nueva York a las víctimas del ataque a las Torres Gemelas del 11 de septiembre y postergó indefinidamente su visita a Roma, en la que se reuniría con el Papa Juan Pablo II.
En los pasillos de la casa de Gobierno circulaba la versión de que la decisión del Mandatario responde a motivos de política interna.
En la última semana el Gobierno recibió dos duros golpes.
El jueves, la Corte Suprema declaró inconstitucional un decreto de 2000 que aplicaba un recorte del 13% a los salarios y jubilaciones estatales, lo que implica que el Estado deberá devolver las sumas caídas -que ascienden a más de 500 millones de dólares- o enfrentar una avalancha de juicios.
Aunque el Gobierno indicó que acatará la decisión del máximo tribunal, advirtió que sus arcas están vacías.
La noticia cayó como un balde de agua fría en el FMI, que desde hace ocho meses reclama al país un plan económico sustentable para otorgarle ayuda financiera que le permita salir de la crisis y paliar los efectos de la devaluación de 70% del peso.
En tanto, el viernes un juez ordenó la suspensión de las internas partidarias previstas para el 24 de noviembre, obligando a Duhalde a hacer cambios en el cronograma de las elecciones generales del 30 de marzo.
Acorralado por la crisis económica, Duhalde decidió en julio adelantar en seis meses las elecciones presidenciales previstas originalmente para septiembre de 2003 en un intento por esquivar la suerte que corrieron sus predecesores, que debieron abandonar el poder en medio de revueltas populares.
Pero el proceso electoral se ha visto enturbiado por la fuerte pelea entre los precandidatos del oficialista peronismo, que no logran ponerse de acuerdo sobre cómo deben desarrollarse los comicios internos.
Días atrás Duhalde había firmado cuatro decretos que permitían que cualquier persona, afiliada o no a un partido político, pudiera votar por cualquier candidato de cualquier fuerza.
Pero según varios precandidatos, este sistema podría dar lugar a maniobras especulativas, como que afiliados de una fuerza fueran movilizados para votar en las primarias de otro partido y así debilitar a un candidato.