JENIN, Cisjordania.- Tropas de Israel penetraron el lunes en el campamento de refugiados de Jenín y allanaron las casas de militantes palestinos, mientras el jefe israelí de defensa insistía en que se mantenía intacto el pacto de seguridad para poner fin a la violencia.
El llamado acuerdo "Primero Gaza-Belén", mediante el cual las fuerzas israelíes se retiraron de Belén la semana pasada, es observado como un ensayo para una retirada más amplia hacia una eventual tregua, aunque el pacto se ha estancado por discusiones sobre los próximos pasos que deben seguirse.
Soldados israelíes en vehículos blindados ingresaron al campamento de Jenín, que en abril fue escenario de los más sangrientos enfrentamientos en la revuelta palestina de 23 meses, en una nueva búsqueda de militantes radicales del grupo Hamas y del movimiento islámico Yihad, dijeron testigos locales.
Según los testigos, palestinos dispararon contra las tropas cuando ingresaban al campamento, pero el fuego fue devuelto y la resistencia cesó después que los soldados comenzaron a revisar casa por casa en los callejones de Jenín.
La radio israelí dijo que los soldados ingresaron al campamento de refugiados antes del amanecer, pero no dio mayores detalles.
El ejército de Israel ha reocupado varias veces el campamento, descrito como refugio de extremistas islámicos, desde que sufrió en abril sus peores bajas, entre las que se incluye la muerte de 13 soldados al estallar una casa, tras una ofensiva en Cisjordania lanzada luego de una ola de atentados suicidas palestinos.
Citando lo que describieron como persistentes advertencias de inteligencia, las fuerzas israelíes reanudaron el fin de semana los allanamientos en búsqueda de activistas radicales luego de un aparente desacuerdo sobre cómo ampliar el plan "Primero Belén-Gaza".
El plan proyecta que israel retire en fases sus tropas de Cisjordania y Gaza, que obtuvieron su gobierno propio bajo los acuerdos interinos de paz 1994-95, a cambio de que la policía palestina intensifique sus acciones para poner fin a la violencia de militantes radicales.
Pero todavía no se ha podido lograr un compromiso para reducir las restricciones para los viajes de palestinos a la Franja de Gaza y funcionarios israelíes desecharon la posibilidad de un nuevo retiro en la dividida ciudad de Hebrón en un futuro cercano.
Funcionarios palestinos dijeron que, de hecho, Israel había congelado el acuerdo Gaza-Belén después que las conversaciones sobre una retirada de Hebrón se empantanaron el fin de semana. Unos 400 colonos israelíes viven en la dividida ciudad cisjordana en medio de 150.000 palestinos.
El ministro de Defensa de Israel, Binyamin Ben-Eliezer, negó que el plan de paz haya fracasado, pero dijo que los servicios palestinos de seguridad no habían hecho lo suficiente para cumplir sus compromisos con el pacto.
"El pacto no está muerto. Sigue vivo. ?Cómo se puede esperar un cambio total de la situación en sólo dos días cuando tenemos un conflicto que se ha extendido por casi dos años? Espero que ellos hagan un esfuerzo. Todo el alivio de las condiciones que prometimos se han cumplido", dijo el ministro a la radio del ejército.
Ben-Eliezer dijo que uno de los problemas más serios era que hasta ahora, la Autoridad Palestina no había tenido éxito en persuadir a Hamas y a la Yihad Islámica a que aceptaran el acuerdo.
"Estamos al principio del camino. Este es un proceso donde hay que dar paso a paso", agregó.
Al menos 1.510 palestinos y 589 israelíes han muerto desde que comenzó las revuelta palestina en septiembre del 2000 luego de estancarse las negociaciones de paz entre ambos bandos.