SEUL.- Corea del Norte y del Sur se comprometieron el viernes a conectar este año una línea férrea y una carretera a través de la última frontera de la Guerra Fría, al tiempo que acordaron sostener conversaciones militares para llevar a cabo esos cambios.
En la versión que ofreció Corea del Sur sobre la declaración conjunta de 11 puntos emitida después de tres días de conversaciones, los estados rivales también acordaron completar una segunda línea férrea y una carretera para inicios de 2003, construir un parque industrial en el Norte y realizar un estudio conjunto sobre las defensas contra las inundaciones.
Seúl acordó darle crédito a la empobrecida Corea del Norte para 400.000 toneladas de arroz y otras 100.000 toneladas de un fertilizante. También le suministrará materiales para la construcción de la carretera y la línea de ferrocarril.
Si los acuerdos se mantienen, marcarían un punto histórico en las relaciones entre ambos estados, en momentos en que el Norte inicia limitadas reformas económicas y se acerca diplomáticamente a grandes rivales y aliados. En el pasado, otros acuerdos han zozobrado antes de ser implementados.
En un inusual torbellino de actividad diplomática en torno a la península, el Primer Ministro japonés, Junichiro Koizumi, dijo el viernes que visitaría Corea del Norte el 17 de septiembre, y discutiría la posibilidad de normalizar los lazos con ese país cuando se reúna con su líder comunista Kim Jong-il.
Koizumi dijo a la prensa que había recibido un fuerte apoyo para la visita tanto del Presidente estadounidense, George W. Bush, como del líder sudcoreano Kim Dae-jung.
Bush nombró en enero a Corea del Norte, junto a Irak e Irán, como parte de un "eje del mal" que busca desarrollar armas de exterminio masivo.
Un periódico sudcoreano citó a una fuente diplomática en Tokio, que dijo que el líder de Corea del Norte Kim Jong-il podría visitar el Sur el mes próximo para asistir a los Juegos Asiáticos en la ciudad portuaria de Pusan. Las autoridades sudcoreanas no pudieron confirmar el reporte.
Los rivales coreanos, divididos durante 50 años por la ideología y una frontera fuertemente militarizada, sostuvieron conversaciones durante tres días para acordar un cronograma sobre el trabajo en la Zona Desmilitarizada, un proyecto de significado simbólico y económico.
Las conversaciones militares, que se realizarán a inicios de septiembre, son un paso vital para asegurar que los trabajos en las vías de comunicación se realicen sin problemas en la Zona, que divide a la península y está llena de minas y cubierta con alambre de púas.