LONDRES.- La madre de la que fuera princesa de Gales, Diana, aprovechó el sábado el quinto aniversario de la muerte de su hija para reprender a antiguos amigos y compañeros que "traicionaron" la confianza de Lady Di vendiendo historias sobre su vida privada.
Frances Shand Kydd también se lamentó de lo que calificó como la comercialización de la muerte de Diana, en un accidente de tráfico, y llamó al país entero a mostrar más sensibilidad con los sentimientos de los hijos de la princesa, William y Harry, y con los de otros miembros de la familia.
"Estoy ciertamente molesta de que desde su muerte tanta gente en la que ella confiaba, sólo por dinero se haya soltado de la lengua", dijo en una entrevista de televisión, concedida en su casa en Escocia, que se difundirá el domingo.
"Creo que la confianza debe ser de por vida, incluso cuando uno se ha ido a la tumba, eso no hace que te tengas que desentender de la confianza que te han ofrecido", añadió Shand Kyd en unos comentarios que pertenecen a la entrevista y que fueron publicados en el Daily Telegraph.
"Es triste que tanta gente le halla fallado a Diana en ese aspecto", añadió.
La madre de Diana no mencionó ningún nombre en concreto, pero sus declaraciones las hizo poco después de que se publicaran las más recientes revelaciones sobre la vida privada de su hija, en un libro titulado "Diana: un secreto bien guardado", escrito por el que fuera su guardaespaldas, Ken Wharfe.
El libro salió a la venta en el aniversario de la muerte de la princesa y describe cosas como que Lady Di dejó a Wharfe verla desnuda; y la forma en que la bella mujer escapó en una ocasión saltando por un balcón, para evitar a los fotógrafos de prensa.
Se ha dicho que el libro de Wharfe encendió la ira de los hijos de la princesa: William y Harry.
No hay ninguna ceremonia oficial prevista en Gran Bretaña para conmemorar el quinto aniversario de la muerte de Diana, ocurrida en un accidente de tráfico en un túnel de París, el 31 de agosto de 1997.
Pequeños grupos de gente se arremolinaron en las afueras del Palacio de Kensington, el que fuera su hogar en Londres, para dejar flores y mensajes estos días, lo que contrastaba con las multitudes que llenaron las calles hace cinco años.
"Uno de los legados más grandes de Diana a sus hijos es que hizo que muchas cosas fueran más aceptables en el contexto de la monarquía", dijo el hermano de Diana.
