CALIFORNIA- La cubierta de hielo en los polos, tanto en la Antártida como en Groenlandia, está cambiando más rápidamente de lo que se creía hasta ahora, con consencuencias desconocidas para el nivel de los mares y el clima de la tierra, según dijeron hoy investigadores norteamericanos.
La afirmación de científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California, se basa en recientes mediciones aéreas y una revisión de los datos de satélites sobre el espesor de las capas de hielo en el sur de Groenlandia, el Mar de Amundsen en la Antártida y la península antártica.
La Antártida y Groenlandia son las principales reservas de agua dulce del planeta, y, si se derritieran completamente, podrían elevar en 70 metros la capa de agua que cubre la tierra, observan los científicos.
"Las capas de hielo polar de la tierra están cambiando en escalas de tiempo relativamente cortas, es decir, décadas en lugar de miles de años", dice Eric Rignot, uno de los científicos del JPL.
El informe señala que la costra de hielo de Groenlandia está perdiendo una masa de 50 kilómetros cúbicos de hielo por año, suficiente como para elevar el nivel del mar en 0,13 milímetros por año.
En la Antártida Occidental, el hielo incrementa por el oeste pero se está derritiendo rápidamente por el norte, con una pérdida total probable de unos 65 kilómetros cúbicos por año, suficiente como para incrementar el nivel de los océanos en 0,16 milímetros por año.
En el Mar de Admunsen, también en la Antártida, mediciones de altimetría por radar muestran que la capa de hielo está adelgazándose rápidamente, posiblemente en reacción al recalentamiento de las aguas océanicas, señala el informe, que es publicado esta semana en la revista "Science".
El derretimiento en el Mar de Admunsen se está registrando por debajo de la capa de hielo, y a un ritmo mucho más rápido que lo esperado, debido a la intrusión de aguas cálidas en la capa de hielo continental, "implicando una mayor interacción de hielo y océano en la evolución de la costra de hielo".
Rignot señala que poco se sabe del equilibrio de las masas de los glaciares antárticos, que reciben un cuarto de la acumulación de la nieve en el Continente Helado.
En la península antártica la temperatura se ha elevado entre 2 y 3 grados centígrados en los últimos 50 años, lo que ha ocasionado una aceleración del adelgazamiento, un mayor derretimiento y una rápida desintegración de su cubierta de hielo, constata el informe.
"La península es un laboratorio único para determinar si la retirada de las capas de hielo pueden inducir un más rápido derretimiento de las nieves y una elevación del nivel de los mares, hipótesis formulada hace décadas pero aún controvertida", dice Rignot.
El científico observa que las últimas observaciones muestran una aceleración del derretimiento de los glaciares en respuesta al colapso de las capas de hielo. "Si las capas de hielo refuerzan los glaciares, la contribución de la capa de hielo de la Antártida a la elevación del nivel de los mares podría ser en el futuro mucho mayor de que lo que se creyó hasta ahora", advierte Rignot.
El informe está firmado por Rignot y Robert Thomas, ambos de la agencia espacial estadounidense NASA, que utilizaron dos métodos de medición de la densidad de las capas de hielo, comparando la pérdida de masa por derretimiento y descarga de hielo en los mares, con el ingreso neto por acumulación de nieves.
Para ello emplearon varios recursos de medición espacial como altimetría por láser y por radar, el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) y diversos satélites norteamericanos y europeos.