LONDRES/WASHINGTON.- El Gobierno de Londres confirmó hoy que aviones de combate británicos y estadounidenses atacaron el jueves posiciones antiaéreas estratégicamente importantes en el oeste de Irak, después de que se efectuaran disparos contra uno de sus aviones de reconocimiento dentro de la zona de exclusión aérea.
El Ministerio británico de Defensa confirmó de esta manera una información difundida por el Comando Supremo de Estados Unidos y precisó que hasta cien aviones participaron en las "medidas de autodefensa".
Según la emisora británica BBC, los ataques no suponían el "preludio" de una operación militar contra Irak, aunque medios castrenses están interesados en "magnificar" el incidente para aumentar así la presión sobre el régimen de Saddam Hussein.
Al respecto, la BBC aclaró que los objetivos de los ataques en el oeste de Irak están situados en una posible "ruta de invasión" estratégicamente importante de una futura operación de las Fuerzas Armadas anglo-norteamericanas contra Bagdad.
El Primer Ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, afirmó en una entrevista concedida a la BBC, que será transmitida el domingo, que su país está dispuesto a pagar un "precio en sangre" por su relación especial con Estados Unidos y que estará en el lugar de los hechos "cuando comiencen los disparos".
Blair respondió "sí" a una pregunta de Michael Cockerell, conductor del programa "Hotline to de President" de la BBC, sobre si la relación especial de su Gobierno con Washington significa que Gran Bretaña está dispuesta a enviar tropas (a Irak) pagando un precio en vidas humanas.
"Lo importante es que en momentos de crisis ellos (Estados Unidos) sepan que uno no esté ofreciendo simplemente expresiones generales de apoyo y simpatía", subrayó el Premier británico.
"Eso es fácil, para decir la verdad. Ellos necesitan saber si uno está preparado para involucrarse, si uno está preparado para cuando comiencen los disparos", agregó.
No obstante, Blair insistió: "Al fin y al cabo, Gran Bretaña es una nación soberana, que decide su propia política y, aunque yo apoyo a Estados Unidos, nunca apoyaría a Estados Unidos si creyera que estaban haciendo algo malo".
El Primer Ministro británico, que se reunirá este sábado en Camp David con el Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, aseguró que aún no ha llegado el momento de tomar la decisión sobre una acción militar contra Irak.