KATMANDU.- Al menos 40 policías de Nepal murieron y 15 resultaron heridos cuando rebeldes maoístas, que luchan por derrocar la monarquía constitucional, atacaron un cuartel en el este del país, dijo un ministro el domingo.
Los rebeldes atacaron el cuartel de Bhiman del distrito de Sindhuli, a unos 150 kilómetros al este de Kutmandú, el sábado por la noche, dijeron funcionarios. Alrededor de 70 efectivos de la policía se encontraban en el lugar al momento del ataque.
"Tenemos informes de 40 policías muertos y 15 heridos. Aún no sabemos la suerte de los demás", dijo a la agencia Reuters el viceministro de Interior, Devendra Raj Kandel.
Un funcionario de la policía dijo que un masivo grupo de rebeldes lanzó el ataque en horas de la noche y que la comunicación del cuartel se cortó en medio del enfrentamiento alrededor de las 24.45 hora local (1800 GMT).
"No tuvimos más contacto con el cuartel después de eso", dijo el funcionario.
Otros funcionarios dijeron que se envió refuerzos al lugar, pero los rebeldes habían bloqueado las vías que comunicaban con el cuartel.
Los rebeldes libran una lucha desde 1996 en un intento por una república de un solo partido en el único reinado hindú del mundo.
Los cuarteles policiales de lugares remotos en las colinas himalayas se han convertido en blancos favoritos de la rebelión, particularmente en el oeste del país, aunque la violencia también se ha intensificado en el este desde el año pasado.
Los rebeldes, inspirados por los ideales revolucionarios del fallecido líder comunista chino Mao Zedong, también han colocado bombas en poblados y ciudades, y dentro y alrededor de la capital desde que terminó un estado de emergencia el mes pasado.
Los principales partidos políticos y el gobierno se encuentran divididos sobre la posibilidad de extender el estado de emergencia hasta las elecciones parlamentarias que comenzarían el 13 de noviembre, una votación que los rebeldes amenazaron ya con sabotear.
El gobierno impuso el estado de emergencia para ayudar a las fuerzas de seguridad a combatir a los rebeldes maoístas después que éstos abandonaron las conversaciones de paz en noviembre y lanzaron una serie de ataques sangrientos.
Más de 4.700 personas han muerto en la revuelta, más de 2.800 en los últimos 10 meses tras el fracaso de las conversaciones de paz.