BUENOS AIRES.- Las elecciones presidenciales de Argentina, previstas para marzo del 2003, podrían adelantarse para diciembre o enero si el organismo electoral lo decide, dijo el Presidente Eduardo Duhalde en declaraciones a la televisión.
"La única razón de no haber adelantado más las elecciones es precisamente el sistema electoral. Si no hubiera elecciones (primarias de los partidos) podríamos estar votando en diciembre o en enero, podríamos adelantar las elecciones", dijo Duhalde al canal brasileño "Bandeirantes" en una entrevista difundida el martes.
"La ley argentina impide que se adelanten (los comicios). La ley argentina ha decidido que todos los partidos políticos tienen que pasar por una elección interna (...) La justicia podría suspender las elecciones (primarias), pero del lado de mi decisión ya no puedo hacer nada más", agregó el Presidente.
De acuerdo al cronograma electoral, en diciembre se realizarán las elecciones internas de los partidos para escoger a los candidatos presidenciales.
Sin embargo, algunos dirigentes del gobernante partido peronista han pedido al gobierno en varias oportunidades que adelante para diciembre las elecciones presidenciales debido a la grave crisis política que vive el país, pero Duhalde aseguró que el cronograma electoral es inamovible.
El gobierno ya adelantó las elecciones presidenciales, originalmente previstas para septiembre de 2003, a marzo de ese año ante el adverso contexto económico y la falta de consenso político para llevar adelante sus planes.
Los pedidos de suspensión de las elecciones primarias para convocar directamente a las presidenciales este año parten del ex Presidente Carlos Menem (1989-1999) y su principal oponente dentro de su partido, el ex gobernador de la norteña provincia de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá.
Ambos aseguran que la debilidad del Presidente Duhalde, quien ha fracasado en sus intentos por reactivar al país, obliga a adelantar las elecciones.
Duhalde es el tercer político que ocupa en los últimos 10 meses la presidencia en Argentina, que en diciembre fue escenario de una violenta revuelta popular alimentada por la desocupación y la pobreza que forzó a renunciar a un mandatario electo y a su reemplazante interino, el ahora candidato Rodríguez Saá.
La única forma de que el gobierno pueda suspender las primarias partidistas sería redefiniendo cómo los partidos deben elegir sus candidatos. Una de las opciones sería reformar la ley electoral para evitar este paso y que puedan presentarse varios políticos de un mismo partido a los comicios.
"He convocado a elecciones, le estamos dando el dinero a la justicia (electoral) para que las organice y desde el punto de vista del Ejecutivo Nacional, del Presidente, está terminada la cuestión", concluyó Duhalde.