BAGDAD.- Irak prometió dar libre acceso a sus instalaciones a los inspectores de desarme que espera ver sobre el terreno a mediados de octubre, en un intento por tomar la delantera a Washington y Londres, que presionan para una resolución dura en las Naciones Unidas.
"Los inspectores tendrán libre acceso, sin obstáculos, a todos los sitios que deseen visitar. Esperamos verlos aquí a mediados del próximo mes, salvo si se produce una injerencia de una parte externa", declaró el martes el consejero de la presidencia iraquí, Amer Al-Saadi en una rueda de prensa en Bagdad.
Saadi hacía alusión a Washington y Londres que desean hacer adoptar en el Consejo de seguridad de la ONU una nueva resolución que prevé el recurso a la fuerza contra Irak si este país no respeta sus compromisos en materia de desarme.
"Ya hemos dicho que no haremos trato alguno en base a una nueva resolución contraria a las anteriores", recordó Saadi, añadiendo que las modalidades de inspección previstas en los diferentes textos votados después de la guerra del Golfo en 1991 seguían siendo "válidos".
Cuando se le preguntó si los expertos podrán inspeccionar los sitios presidenciales, Saadi afirmó que Bagdada les autorizará a hacerlo conforme a un acuerdo que rige las modalidades de ese tipo de inspecciones, concluido en 1998 con el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
Saadi se expresaba pocas horas después de la publicación, por parte del gobierno británico de Tony Blair, de un documento de acusaciones en el que se afirma que Irak continúa sus esfuerzos para adquirir el arma atómica y que sus armas químicas y biológicas constituyen una amenaza inmediata.
"Aconsejamos a Blair que transmita su expediente" a los expertos de la ONU para que "lo evalúen con el fin de que sepa la verdad", añadió.
También dijo que Bagdad pedirá a los expertos de la ONU que "inspeccionen de manera prioritaria todos los sitios y actividades evocados por Blair", calificando de "absurdo total" las acusaciones de ese expediente.
Al prometer un acceso sin trabas a los expertos de la ONU, inclusive a los sitios presidenciales cuya inspección había dado lugar en el pasado a varias crisis, Bagdad busca quitarle toda justificación a una nueva resolución del Consejo de seguridad que le imponga nuevas condiciones de desarme o amenazando con un eventual recurso a la fuerza.
"Los iraquíes pueden prometer cooperar plenamente con los inspectores, pero eso no impedirá que los norteamericanos presionen a los inspectores para provocar algunas crisis si así lo quieren", comentó un diplomático occidental en Bagdad.
El Presidente George W. Bush afirmó el lunes que deseaba que las Naciones Unidas adopten "una resolución fuerte" sobre Irak "pidiéndole cuentas" al Presidente Saddam Hussein.