VIENA.- En medio de una gran tensión, comenzaron hoy en Viena las conversaciones de dos días para precisar los detalles del retorno a Irak de los inspectores de desarme de la ONU, consideradas como la última oportunidad para el régimen iraquí de evitar un ataque militar a su país.
En la sede vienesa de las Naciones Unidas se reunieron esta mañana con sus respectivas delegaciones Hans Blix, jefe de la Comisión de la ONU para la Verificación, Inspección y Vigilancia (UNMOVIC); Mohamed El Baradei, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), y Amir Al Sadi, subsecretario de industrialización militar de Irak.
"Sólo hemos hablado unas dos horas y media. Vamos de acuerdo con el plan inicial de las conversaciones, estamos tratando varios arreglos prácticos... al final les hablaremos de los resultados", dijo Blix tras finalizar la sesión matutina de hoy.
Aunque las negociaciones son técnicas y están centradas en los aspectos meramente prácticos de las inspecciones, han despertado la más alta tensión y expectativa ante la creciente presión de Washington y Londres a favor de una intervención militar en Irak para derrocar el régimen de Sadam Husein.
Las discusiones se consideran clave para revelar si Bagdad está dispuesto, como anunció hace dos semanas, a aceptar "sin condiciones" la reanudación de las inspecciones por primera vez en cuatro años, y sería la última oportunidad que tendría Irak de evitar una guerra, según todos los observadores.
"El propósito de estas conversaciones tripartitas es facilitar el retorno de los inspectores a Irak. Como saben, hay resoluciones existentes del Consejo de Seguridad y basándose en ellas hay un mandato muy claro", precisó Mark Gwozdecky, portavoz del OIEA.
"Si el Consejo de Seguridad decide aprobar una nueva directiva o resolución, por supuesto que la seguiremos. Mientras tanto, tenemos acuerdos prácticos que necesitamos negociar cara a cara con los iraquíes... Tanto si vuelven en base a las disposiciones existentes o a una nueva resolución, en cualquier caso los inspectores necesitan alojamiento y seguridad", añadió.
"Las conversaciones están en marcha. Estamos negociando según la agenda prevista", señaló el portavoz durante la interrupción del mediodía de las conversaciones, que se reanudarán a las 15.00 hora local (13.00 GMT) y se prevé que continúen hasta mañana.
Entre hoy y mañana, el régimen de Sadam Husein deberá dar su visto bueno a las exigencias de movimiento, acceso, seguridad y logística de los expertos de la UNMOVIC, especializados en armas biológicas y químicas, y los del OIEA, encargados de controlar que el régimen iraquí no desarrolle armas atómicas.
Es decir, Bagdad debe aceptar que los inspectores de armas de destrucción masiva se muevan libremente en todo el país, tengan acceso a todas las instalaciones sospechosas -incluidos los palacios presidenciales-, y puedan sacar pruebas de ellas para analizarlas dentro y fuera de Irak, afirmó Blix a la prensa al llegar a la oficina de la ONU en Viena, antes de iniciar la reunión.
No se trata de negociar las condiciones, sino de ultimar los detalles basándose en acuerdos y resoluciones ya existentes, aprobados por el Consejo de Seguridad de la ONU, subrayó.
"El objetivo es tratar de asegurar que si las inspecciones se llevan a cabo, no se produzcan dificultades dentro (de Irak). Preferiríamos pasar por esos problemas fuera (de Irak) y por adelantado", añadió el experto ante unos trescientos periodistas.
Tanto la delegación de la UNMOVIC como la del OIEA deberán informar por separado del resultado del diálogo al Consejo de Seguridad de la ONU.
"El jueves informaré al Consejo de Seguridad" en Nueva York y "comprenderán que el Consejo quiere tener la primera información, por lo que estoy un poco limitado en lo que puedo decir", precisó Blix.