HOUSTON.- Miles de residentes de los estados de Louisiana y Texas abandonaron sus casas el jueves, mientras un debilitado huracán Lili se desplazaba por las costas con vientos de 160 kilómetros por hora y aguaceros torrenciales que amenazan con penetrar profundamente en tierra firme.
Las lluvias y vientos de Lili azotaban partes de Louisiana a pesar de que el centro del huracán se encontraba en las aguas del Golfo de México. Los vientos se habían debilitado desde un máximo de 230 kilómetros por hora registrado apenas horas antes.
"Lili se debilitó pero todavía es peligroso", dijo un comunicado del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos en Miami.
Según los meteorólogos, Lili parecía dirigirse a la costa central de Louisiana, cerca de la localidad de Nueva Iberia, ubicada 240 kilómetros al oeste de Nueva Orleans.
Se esperaba que el huracán toque tierra en la mañana del jueves.
Las localidades ubicadas en el paso de la tormenta recibieron con agrado la noticia de que había perdido fuerza. "Estas son excelentes noticias", dijo a la cadena de televisión CNN Robert LeBlanc, un funcionario de control de situaciones de emergencia en Vermilion Parish.
Las autoridades emitieron una advertencia de huracán desde el este de High Island, Texas, hasta la desembocadura del Río Mississippi. Asimismo, advirtieron de posibles tornados en el sur de Louisiana y el sur de Mississippi.
El Centro Nacional de Huracanes emitió una advertencia urgente a los residentes en la zonas en peligro a fin de que finalizaran sus preparativos para la llegada de Lili, ahora un huracán de Categoría 2 en la escala de Saffir-Simpson de cinco categorías.
La tormenta había sido clasificada previamente como un huracán de Categoría 4.
Unas 850.000 personas a lo largo de la costa recibieron recomendaciones de trasladarse a terrenos más altos antes de lo que se temía fuera una tormenta de gran fuerza que podría internarse hasta 40 kilómetros tierra adentro.
Avanzan los preparativos
Por toda la región, los residentes cubrían las puertas y ventanas de sus casas y negocios en espera del huracán. Las carreteras de mayor tránsito estaban congestionadas.
"Los preparativos para proteger la vida y la propiedad en el área de advertencia del huracán deberían culminarse rápidamente", dijo un boletín del Centro Nacional de Huracanes.
Un huracán de Categoría 2, al que se le da esa clasificación cuando sus vientos alcanzan 154 kilómetros por hora, puede causar daños moderados.
En Nueva Orleans se reportaron vientos de 55 kilómetros por hora en los alrededores de Lake Pontchartrain. La localidad, buena parte de la cual está bajo el nivel del mar, se encuentra justo en las afueras de la zona de mayor peligro.
Hace apenas una semana, la tormenta tropical Isidore azotó Louisiana con fuertes vientos y lluvias, causando daños por aproximadamente 100 millones de dólares, según cifras oficiales.
El Centro Nacional de Huracanes advirtió que la "potencialmente mortal" Lili podría provocar aumentos de tres a cuatro metros en el nivel del mar e inundar un gran área.
Una tormenta similar, el huracán Audrey, mató a más de 400 personas cuando inundó la costa de Cameron, en el suroeste de Louisiana, en 1957.
Seis muertos en el Caribe
Lili, que dejó al menos seis muertos tras azotar Jamaica y Cuba a su paso rumbo al Golfo de México, se desplazaba a una velocidad de aproximadamente 24 kilómetros por hora.
A las 07:00 hora local (11:00 GMT), el centro de Lili se encontraba en los 29,0 grados de latitud norte y 91,9 grados de longitud oeste, dijo el Centro Nacional de Huracanes.
Los vientos huracanados se extendían 84 kilómetros desde el ojo de la tormenta, agregó.
Las autoridades del estado de Louisiana colocaron sacos de arena alrededor de Grand Isle, una localidad de baja altura al sur de Nueva Orleans. El alcalde David Camardelle dijo que los residentes recibieron instrucciones de abandonar el área, pero que no todos lo hicieron.
"Siempre es difícil sacar a todo el mundo de aquí. Hay algunos que se quedan, algunos intransigentes y miembros de la vieja guardia", dijo. "(Pero) no nos daremos por vencidos".
Lili ha seguido un curso similar al de Isidore, que causó inundaciones en el oeste de Cuba hace apenas 11 días, antes de golpear la Península de Yucatán, en México, y perder fuerza mientras se desplazaba hacia el norte, en dirección a Louisiana.
Cuba evacuó a 360.000 personas de las áreas costeras bajas y de residencias precarias.