GINEBRA/ANKARA.- El Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) inició los preparativos para contener una posible catástrofe humanitaria derivada de una eventual guerra entre Estados Unidos e Irak, informó el organismo.
Según explicó este viernes en Ginebra el alto comisario de ACNUR, el holandés Ruud Lubbers, el organismo de la ONU estima que una nueva guerra en el país del Golfo Pérsico provocaría una marea de hasta un millón de refugiados.
Lubbers se mostró firme al subrayar que quienes tienen responsabilidad política deben hacer el máximo esfuerzo para evitar que se produzca una nueva confrontación. El camino debe ser, en palabras del ex premier, proceder a las inspecciones de armamento por parte de los equipos de Naciones Unidas.
En tanto, Turquía también inició preparativos para poder hacer frente a un flujo importante de refugiados en caso de que se desate un nuevo enfrentamiento contra Irak, tras la guerra del Golfo Pérsico de 1991, que se desató luego que ese país invadiera Irak. Ese año, Turquía fue el país que recibió el mayor número de refugiados.
En ese sentido, el presidente de la Media Luna Roja turca, Ertan Gonen, aseguró hoy que en una primera instancia podrán ser abastecidos hasta un máximo de 80.000 refugiados.
Ankara trabaja en un plan de acción para una posible situación de catástrofe humanitaria en el que participan el ejército, la policía, y varios miembros de los distintos ministerios, aseguró Gonen.
Por el momento no se han realizado preparativos especiales en la frontera con Irak, aunque en el plazo de 3 a 5 horas el ejército turco podría instalar tiendas de campaña para acoger a quienes llegaran desde Irak, aseguró Gonen.